LAHORE.- Una corte paquistaní ordenó hoy la liberación de un clérigo islamista de línea dura presuntamente vinculado con los ataques terroristas del año pasado en Mumbai, dijo su abogado, mientras fuerzas de seguridad rescataron a decenas de secuestrados por extremistas y el Ejército peleaba con combatientes del Talibán en el valle de Swat.
Fuerzas de seguridad paquistaníes rescataron a decenas de alumnos, maestros y empleados de una escuela militar para adolescentes que habían sido capturados por extremistas en la región tribal de Waziristán del Norte, según un vocero del Ejército.
El general Athar Abbas dijo que 80 personas, 71 de ellas estudiantes, fueron liberadas luego de que sus vehículos escoltados por extremistas pasaron por un retén en camino a la región de Waziristán del Sur, en la frontera con Afganistán, un reducto del Talibán y de Al Qaeda.
"Todos están sanos y salvos", dijo el vocero, quien añadió que hubo un tiroteo.
Sin embargo, los detalles sobre el secuestro estaban poco claros. El oficial de policía Meer Sardar dijo que ocurrió cuando el grupo del Colegio de Cadetes Razmak fue detenido por un gran número de hombres armados.
Al principio se pensaba que hasta 500 personas habían sido secuestradas, pero durante la noche se supo que 200 estudiantes habían vuelto a sus casas.
En cuanto al clérigo con supuestos nexos con los ataques terroristas en Mumbai, el Tribunal Superior de Lahore liberó a Hafiz Mohammed Saeed de su arresto domiciliario, mientras aumentan las tensiones en el noroeste de Pakistán, una zona fronteriza con Afganistán.
La decisión llevó a India a acusar a Pakistán de no tomarse en serio la tarea de llevar a los extremistas a la justicia.
India exige que Pakistán persiga a quienes estén detrás del ataque a su capital comercial ocurrido en noviembre de 2008, en que murieron 164 personas y también nueve de los diez atacantes. Las dos naciones, ambas poseedoras de armas nucleares, se han enfrentado en tres guerras en las últimas seis décadas.
Bajo gran presión de Estados Unidos y otras potencias para que investigara las pistas de los ataques, Pakistán dijo que arrestó a varios sospechosos en diciembre.
Uno de ellos era Saeed, director un grupo de beneficencia que las Naciones Unidas ha dicho es una fachada para la organización miliciana ilegal Lashkar-e-Taiba, culpada por el ataque. El gobierno de Pakistán también cerró o se hizo cargo de varias oficinas del grupo, conocido como Jamaat-ud-Dawa.
Sin embargo, Pakistán tiene un historial pobre de enjuiciar a presuntos líderes extremistas y ha discutido con India sobre cuánta evidencia hace falta para arrestar, procesar y condenar a los presuntos autores intelectuales del atentado.
"Estamos insatisfechos porque Pakistán no muestra el grado de seriedad y compromiso que debería tener para llevar a la justicia a los autores del ataque terrorista de Mumbai", dijo en Nueva Delhi el ministro del Interior indio, Palaniappan Chidambaram, tras conocerse la decisión.
El abogado de Saeed, A. K. Dogar, salió del tribunal y dijo que los jueces habían decidido que el arresto domiciliario de su defendido "iba contra las leyes y la Constitución de este país". Mientras hablaba, simpatizantes del liberado gritaban: "Dios es grande".