BANGKOK.- Una joven británica de 20 años fue condenada hoy en un tribunal de justicia de Laos, a cadena perpetua por un delito de tráfico de heroína y evitó la pena de muerte porque se quedó embarazada en la cárcel.
Samantha Orobator, de origen africano, podrá cumplir la sentencia en el Reino Unido merced al tratado de traslado de prisioneros firmado por ambos países.
La mujer fue arrestada en agosto de 2008 en el aeropuerto de Vientiane en posesión de 680 gramos de heroína cuando disponía a subir a un avión rumbo a Bangkok.
Laos impone normalmente la pena capital a los delitos de tráfico de más de medio kilo de heroína y se cumple la sentencia con un pelotón de fusilamiento, pero en este caso se optó por la cadena perpetua en consideración del estado de gestación de la reo.
En un principio, la joven explicó a las autoridades laosianas que se encontraba encinta de su novio en Inglaterra, pero unas pruebas realizadas el pasado 2 de marzo y luego verificadas el 4 de abril, demostraron que su embarazo se produjo en la cárcel, el pasado diciembre.
Jane Orobator, la madre, mantiene que su hija no ha sido violada y que el padre no es funcionario de penitenciarias.
El pasado martes, una fuente policial anónima laosiana citada por la prensa nacional afirmó que la reclusa obtuvo el esperma de otro preso para eludir la pena de muerte.
La pena capital está vigente en Brunei, Indonesia, Laos, Malasia, Tailandia, Singapur y Vietnam, extraoficialmente en Myanmar, y sólo ha sido formalmente abolida en Camboya y Filipinas, de todas las naciones del Sudeste Asiático.