PARÍS.- El Dalai Lama, el exiliado jefe espiritual de los tibetanos, recibió este domingo del alcalde de París, Bertrand Delanoe, el título de "ciudadano de honor" de la capital de Francia, distinción que China consideró una "injerencia" en sus asuntos internos.
Durante su estadía en París, como en otras ocasiones, el líder espiritual criticó severamente a China, denunciando la "condena de muerte" de la que es víctima Tíbet como resultado de la "dura política" de Pekín.
Esta visita se produce en un momento delicado de las relaciones entre Francia y China, cuatro meses después del encuentro en Polonia entre el Presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el Dalai Lama, que ya había provocado malestar en Pekín.
A pesar de las presiones chinas, el alcalde socialista de París, miembro de la oposición a Sarkozy, mantuvo el encuentro para entregarle personalmente la distinción otorgada en 2008.
Este mismo día en la tarde, el Dalai Lama, que se declaró "honrado" por esta distinción, había ofrecido una conferencia de dos horas sobre el tema "La ética laica" en presencia de miles de fieles, culminando así una gira europea que lo llevó antes a Dinamarca, Islandia y Holanda.