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Santiago: Miércoles 14 de agosto del 2024 | Actualizado 14:16
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI deploró hoy "la infidelidad" de algunos sacerdotes y les solicitó que sean "fieles" a su vocación pese a "las dificultades e incomprensiones", en una carta dirigida a los religiosos de todo el mundo.
"Hay situaciones, nunca bastante deploradas, en las que la Iglesia misma sufre por la infidelidad de algunos de sus ministros. En estos casos, es el mundo el que sufre el escándalo y el abandono", reconoció el Papa la víspera de la apertura del Año Sacerdotal, lanzado con ocasión del 150° aniversario de la muerte de Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars.
En la carta, el jefe de la Iglesia Católica elogia "la grandeza", "la generosidad" así como la "clarividencia y paciencia" de numerosos sacerdotes.
Igualmente advierte que "lo más conveniente para la Iglesia no es tanto resaltar escrupulosamente las debilidades de sus ministros, cuanto renovar el reconocimiento gozoso de la grandeza del don de Dios", escribió.
El Papa insta a los sacerdotes a que "no se resignan a ver los confesonarios vacíos ni a conformarse a que los fieles se desamoren de los sacramentos", subrayó.
"El sacerdote tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el administrador del buen Dios; el administrador de sus bienes (...) Dejad una parroquia 20 años sin sacerdote y adorarán a las bestias (...) El sacerdote no es sacerdote para sí mismo, sino para vosotros", sostiene.
Se trata de la primera vez en cuatro años de Pontificado que Benedicto XVI se dirige directamente a los sacerdotes de todo el mundo, al contrario de Juan Pablo II que cada año dedicaba el Jueves Santo a los religiosos.
La pérdida de vocaciones así como los escándalos en varios países por la violación del voto de castidad de algunos sacerdotes, afectan duramente a la Iglesia Católica.
La falta de una nueva generación de sacerdotes nacidos en Europa es uno los problemas más graves que padece la institución en el viejo continente, que ha perdido en los últimos 40 años unos 50.000 presbíteros, según un censo divulgado hace dos años por el Vaticano.
En América Latina, varios sacerdotes han dejado los hábitos para casarse, entre ellos cuatro argentinos en los últimos tres años.
El caso del actual Presidente de Paraguay, el ex obispo católico Fernando Lugo, de 57 años, quien reconoció la paternidad de un niño de dos años concebido cuando era aún obispo, junto a las otras demandas judiciales por otros supuestos hijos, ha tenido amplia repercusión mediática.
El caso del popular padre Alberto Cutié, quien fue descubierto por un paparazzi en una playa de Miami con una mujer, cuyo amor ha admitido públicamente, también ha afectado a la comunidad católica latinoamericana.
El celibato de los curas, una exigencia de la Iglesia Católica, ha sido analizado en abril pasado por primera vez por la Conferencia Episcopal Brasileña, que más que poner en cuestión el principio quiere encontrar una manera de convivir con la prohibición del matrimonio y de las relaciones sexuales.
"Esperamos que el Año Sacerdotal que se abre el viernes tenga repercusiones positivas para el crecimiento de las vocaciones sacerdotales", reconoció hoy a medios católicos el cardenal brasileño Claudio Hummes.
