TEHERÁN.- El Presidente de Irán, Mahmud Ahmadinejad, exigió hoy a Estados Unidos y Gran Bretaña cesar cualquier interferencia en los asuntos internos de la República Islámica, que sigue enfrascada en serios incidentes tras las cuestionadas elecciones presidenciales del pasado 12 de junio.
Ahmadinejad advirtió que esos países "no pueden más ser considerados amigos de la nación iraní, por ello les aconsejo que corrijan su comportamiento".
Además, el Gobierno Ahmadinejad acusó a Gran Bretaña de haber organizado un complot contra los comicios presidenciales, con preparación de grupos terroristas. El ministro de Exteriores, Manuchehr Mottaki, dijo, al hablar ante embajadores extranjeros en Teherán, que en los últimos meses "se registró un fuerte incremento del flujo de personas provenientes de Gran Bretaña".
Asimismo, advirtió que las tropas británicas entrenaron grupos terroristas activos en el sur de la República Islámica y sostuvo que Londres influyó sobre el resto de los países para rechazar el desarrollo nuclear iraní.
El canciller británico, David Miliband, rechazó las acusaciones de complot realizadas por el gobierno de Irán y desestimó que las manifestaciones hayan sido "manipuladas desde el exterior".
"Rechazo categóricamente esta idea. El Reino Unido se mantiene firme en sostener que espera que el pueblo iraní elija su nuevo gobierno", dijo el Canciller.
Camino a la ley marcial
El ex Presidente iraní Mohammed Jatami, por su parte, advirtió hoy que el país se dirige hacia la ley marcial, en un comunicado publicado en el sitio web de su aliado político y líder de la oposición, Mir Hossein Mussavi.
"Estoy preocupado de que las fuerzas de seguridad y el Ejército están prevaleciendo gradualmente en la atmósfera del país", dijo el estrecho aliado de Mussavi, que forma parte de la oposición al establishment político actual.
El clérigo reformista acusó al gobierno de insultar a los manifestantes que protestan contra el supuesto fraude electoral, al vincularlos con los gobiernos extranjeros.
El presidente Mahmud Ahmadineyad, cuya reelección cuestiona la oposición, llamó a los manifestantes "mala hierba" y los comparó con "hooligans" de fútbol cuyo equipo favorito perdió una final, mientras la televisión estatal los acusó de estar vinculados a elementos y gobiernos extranjeros.
"Prohibir a la gente protestar de forma legal supone abrir el camino a medidas peligrossas que sólo Dios sabe a dónde podrían conducir", advirtió Jatami, que criticó también el arresto de manifestantes y antiguos funcionarios, como su ex número dos, Mohammed Ali Abtahi.
Pese a todo, el clérigo expresó su esperanza de que "aún haya una forma de salir (...) si se utilizan correctamente las oportunidades y no se convierten en amenazas", dijo, exigiendo la inmediata puesta en libertad de los detenidos y la apertura y normalización de medios de comunicación como teléfonos celulares, sistemas de envío de SMS e Internet.
La oposición considera que las interrupciones técnicas pretendían cortar la comunicación y coordinación entre los manifestantes, que se sumaron a la prohibición a los medios internacionales de informar directamente o acudir a las protestas.