Alain Bouillar, responsable de la investigación.
APPARÍS.- El avión de Air France que el pasado 1 de junio cayó al Océano Atlántico con 228 personas a bordo cuando viajaba de Río de Janeiro a París, no se partió en vuelo, informó hoy la Oficina francesa de Investigaciones y Análisis.
"El examen visual de los restos muestran que el avión no fue destruido en vuelo. Parece haber embestido la superficie del agua en línea de vuelo, con una fuerte aceleración vertical", señalaron los investigadores en un comunicado, resumiendo el informe de etapa presentado hoy y establecido sobre la base de los primeros elementos de la investigación.
Desde el pasado 6 de junio, 640 elementos del avión han sido encontrados, recordaron. "Los elementos identificados provienen del conjunto de las zonas del avión", precisaron.
Asimismo, los investigadores determinaron que los sensores de velocidad Pitot son "un elemento, pero no la causa" del accidente del Air France.
"Las sondas son el primer eslabón de la cadena anemométrica (que capta la velocidad del aire en desplazamiento a través del fuselaje)", declaró Alain Bouillar, responsable de la investigación.
Las sondas Pitot con "algo que aparece como muy sospechoso en las incoherencias de la velocidad". Es "uno de los factores, pero no es el único"; "es un elemento, pero no es la causa", comentó.
Búsqueda de cajas de negras
La Oficina francesa de Investigación y Análisis también informó que la búsqueda de las cajas negras se prolongará hasta el 10 de julio.
"Nos acercamos al fin de emisión acústica de las balizas. Esta primera fase de la búsqueda se termina el 10 de julio", declararon los investigadores.
Sin embargo, después de esta fecha se pasará a una segunda fase de búsqueda durante un mes. Ésta no será acústica, sino mediante exploración sistemática por sondeo, precisó.
El navío de exploración submarina "Pourquoi pas?" "llevará sus búsquedas a partir de vehículos submarinos y un sonar de arrastre", agregó el organismo.
Los registradores de vuelo o cajas negras son determinantes para explicar el accidente. Están conectados a balizas que emiten señales por lo menos durante 30 días.
La tarea es compleja, dada la profundidad, estimada en entre 3.000 y 3.500 metros, y el relieve del Océano Atlántico en la zona del impacto.