CARACAS.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, alertó hoy de que en Honduras "está a punto de ocurrir un baño de sangre", debido a la reacción "popular" por el derrocamiento de Manuel Zelaya como presidente por parte del "gorilato" militar de ese país centroamericano.
Chávez volvió a criticar a Estados Unidos por su reacción, a su juicio "blandengue", ante la crisis hondureña, en la que -insistió- tiene gran responsabilidad "el imperialismo" y la doctrina militar que sembró en la región.
La respuesta del "Gobierno de EE.UU. han sido blandengue... ¡defínete: eres molusco o eres calamar!", manifestó Chávez, durante su programa de radio y televisión nocturno "Aló Presidente teórico".
Hoy mismo, el depuesto presidente Zelaya dijo en Panamá que la respuesta condenatoria del golpe de Estado en su contra por parte de del presidente estadounidense, Barack Obama, había sido incluso más enérgica que la de Chávez, al defender al mandatario venezolano de las acusaciones de supuesta injerencia en Honduras.
"El presidente Obama se pronunció con más energía que el presidente Chávez, y ¿por qué no se critica a Obama?", aseguró Zelaya al ser preguntado por la prensa sobre la polémica en torno a las actuaciones del gobernante venezolano frente a la crisis hondureña.
Respecto a la situación en las calles de Honduras, Chávez vaticinó un "baño de sangre" con el argumento de que "a estas alturas" las autoridades de facto de ese país "no van a poder frenar al pueblo", que, sostuvo, defiende el retorno de Zelaya.
A su juicio, se trata de una "lucha de clases" entre "el pueblo pobre y los ricos", por lo que calificó de "vergonzoso" que los soldados hondureños, que vienen del "pueblo pobre", hayan dejado a un lado su "patriotismo" apoyen a la "oligarquía" que asumió el poder.
El mandatario venezolano añadió que el Gobierno "revolucionario" que lidera desde hace una década, lo mismo que el resto de la región y la Organización de Estados Americanos (OEA) están "haciendo todo" lo posible para "lograr evitar un baño de sangre en Honduras". "Pero está allí (el supuesto baño de sangre), está a punto de ocurrir, que Dios no lo quiera", declaró.
"Quisiera hacer más" para ayudar a la restitución de Zelaya como gobernante legítimo de Honduras, dijo Chávez, pero aclaró que su Gobierno "no es intervencionista". "Está de por medio la soberanía de aquel país, que estamos obligados a respetarla", sostuvo.
Roberto Micheletti, designado por el Parlamento hondureño como nuevo presidente del país, ha acusado al gobernante venezolano de ser el responsable de la crisis que vive la nación centroamericana debido a su "clara y definida intervención" en el Ejecutivo del depuesto Zelaya.