NUEVA YORK.— Los primeros visitantes en casi ocho años al interior de la corona de la Estatua de la Libertad comenzaron el sábado el arduo ascenso a su cumbre mientras Estados Unidos celebraba su Día de la Independencia.
La estatua se cerró al público después de los ataques del 11 de septiembre del 2001. La base, el pedestal y la plataforma de observación exterior reabrieron en 2004, pero el ingreso al pequeño observatorio desde el interior de la corona siguió cerrada.
"Siento como si hubiera nacido hoy", dijo Andrea Balfour, de 38 años, mientras se preparaba para subir los 354 escalones con su hija Mona, que ganó un concurso de ensayo para subir a la corona el día de su 13 cumpleaños.
La visita era para ambas "su mayor sueño", dijo Balfour.
La corona permaneció cerrada desde los atentados de 2001 porque las estrechas escaleras de caracol no permitían una evacuación fácil en caso de una emergencia y no cumplían con las reglas de construcción y seguridad para incendios, informó el servicio de Parques Nacionales.
Los turistas solían padecer fatiga por el calor, la falta de respiración o ataques de pánico, claustrofobia y temor a la altura, dijo el vocero Darren Boch.
El representante Anthony Weiner luchó durante años para que la corona se reabriera y alguna vez dijo que la decisión de mantenerla cerrada era una "victoria parcial para los terroristas", además de que era vergonzoso que estuviera fuera de alcance del público durante tanto tiempo.
La reapertura "representa una vindicación personal", dijo Weiner el sábado. "Es agradable caminar por los dedos de los pies de la estatua, es bonito respirar el aire de la isla de la Libertad. La verdad no se ha vivido la experiencia hasta que uno llega a la punta de su corona. Muchos estadounidenses lo podrán hacer ahora", agregó.
Por el momento se han vendido 14.500 boletos para visitar la corona. La mayoría son visitas hasta finales de agosto, aunque ya están a la venta las entradas para el otoño boreal y días posteriores.
La Estatua de la Libertad, que tiene de 93 metros (305 pies) de altura hasta la punta de su antorcha, fue diseñada para conmemorar el centenario de la declaración de independencia de Estados Unidos en 1876.