Pamplona, a punto de iniciar nueve días y nueve noches de fiesta y diversión

MADRID.- Con el lanzamiento del tradicional "chupinazo" o cohete anunciador, mañana lunes darán comienzo los Sanfermines, las fiestas españolas más internacionales, que se celebran en la norteña ciudad de Pamplona y a la que acuden decenas de miles de visitantes de todos los rincones del mundo.

Serán nueve días y nueve noches de diversión en una ciudad teñida de rojo y blanco, en los que la fiesta nocturna se mezcla con los encierros taurinos, celebrados a primera hora de la mañana.

Mañana, a mediodía, la plaza del ayuntamiento de Pamplona se llenará de cientos de miles de personas para presenciar el lanzamiento del "chupinazo".

Con el grito de "Pamploneses, ¡Viva San Fermín!", la concejala socialista de la ciudad, Maite Esporrín, dará este año el pistoletazo de salida a la fiesta.

Se descorcharán cientos de botellas de cava y la ciudad dará un vuelco. Comienza la fiesta, la diversión y el jolgorio.

Una fiesta que fue universalizada por el escritor estadounidense Ernest Hemingway en su novela "The sun also rises" (1932), traducida como "Fiesta" en español.

De hecho, cincuenta años después de la última visita del autor de "El viejo y el mar" a Pamplona, la ciudad española ha convocado este año un concurso internacional para "encontrar al Ernest Hemingway del siglo XXI".

Un certamen que anoche ganó el estadounidense Thomas Grizard, quien se alzó con el premio al mejor imitador del novelista y sumó este galardón al conseguido el año pasado en Florida (EEUU) en un concurso similar.

Se trataba de buscar dobles e imitadores del escritor estadounidense, en base a criterios físicos y conocimiento del personaje, así como por su habilidad escénica en la lectura de textos de Hemingway.

Del amplio programa oficial de los festejos (habrá en concreto 592 actividades), los que más atraerán sin duda un año más, y los más peligrosos, son los encierros taurinos, que se celebran cada día a partir de las 08.00 horas local (06.00 GMT).

Los más atrevidos y valientes, ataviados totalmente de blanco, un fajín rojo en la cintura y un pañuelo del mismo color al cuello, se enfrentan al peligro que supone participar en las carreras cuyos protagonistas son las reses bravas.

En el casco histórico de la ciudad, cientos de "mozos" corren delante de seis toros en un tramo de unos 800 metros, los que separan los corrales de Santo Domingo de la plaza en la que serán lidiados por la tarde.

Es un recorrido corto, pero peligroso. Un riesgo que aumenta cuando se corre sin haber dormido y con una copa de más.

Siempre suelen registrarse heridos por asta de toro y ocasionalmente muertos, como pudo observar el propio Hemingway, al que las fiestas de San Fermín le deben su aureola de acontecimiento internacional y las visitas cada año de miles de visitantes.

Para ayudar a evitar desgracias, el Ayuntamiento de Pamplona repartirá a los visitantes un total de 100.000 trípticos con un plano de la ciudad, consejos sobre el encierro y normas de civismo que estarán disponibles en castellano, inglés y francés.

Además, la Universidad Pública de Navarra y la Cruz Roja han desarrollado este año una experiencia piloto: un sistema telemático para la atención de los corredores que resulten heridos en los encierros a través de terminales tipo PDA.

Los estadounidenses figuran entre los extranjeros más asiduos a estas fiestas, junto a los franceses, por su proximidad geográfica, aunque también acuden un gran número de británicos, italianos, alemanes o neozelandeses.

Las fiestas se celebran en honor a San Fermín, patrón de Navarra, aunque desde hace muchos años el componente religioso ha pasado a segundo plano, se trasladan por la tarde al coso taurino.

A Pamplona acuden las primeras figuras encargadas de lidiar los toros de la ganaderías españolas más representativas.

Habrá también un amplio cartel musical y Pamplona acogerá actuaciones de diferentes culturas y estilos, como rumba, flamenco, música celta, mexicana, ritmos cubanos, de percusión, swing, soul, funk y disco, entre otras.

Para velar por la seguridad de estas fiestas, unos 2.000 agentes de la Guardia Civil y de la Policía española, junto a otros 500 agentes autonómicos y 430 policías municipales, trabajarán coordinados a partir de mañana.