Un gitano búlgaro emite su voto en una zona al este de la capital, Sofía.
AP
SOFÍA.- Después de cuatro años de gobierno de los socialistas ex comunistas, los búlgaros dieron hoy un gran respaldo a la oposición de derecha en los comicios parlamentarios celebrados en el país.
El partido opositor GERB del alcalde de Sofía, Bojko Borissov, que hasta ahora no tenía representación parlamentaria, obtuvo una clara victoria sobre los demás partidos y podría contar con 117 escaños en el órgano de 240 asientos, según los pronósticos.
La Coalición Azul del ex jefe de gobierno Ivan Kostov, que habría alcanzado las 18 bancas, prometió lealtad a Borissov. Kostov dijo que probablemente se forme un gobierno de centroderecha.
Mientras, los socialistas del primer ministro Sergey Stanishev sufrirían un descalabro y obtendrían un máximo de 48 asientos, según los pronósticos.
En el Congreso tendrán, además, representación algunos partidos pequeños, como el Partido de la Minoría Turca (DPS) y el partido Ataka, anti Unión Europea (UE).
Expertos interpretaban este resultado como una llamada de atención de los electores a los socialistas por no haber combatido con eficacia la corrupción en el país y, con ello, no haber evitado el congelamiento de la financiación por parte de la UE.
Los socialistas admitieron en la noche su derrota en los primeros comicios parlamentarios tras el ingreso del país a la UE en 2007. El ministro del Exterior, Ivajlo Kalfin, habló de una "dura derrota" de su partido. Kalfin fue elegido representante para el Parlamento Europeo en las elecciones del mes pasado.
Entre tanto, el jefe del GERB Borissov prometió una formación de gobierno lo "más rápido posible". El alcalde de Sofía aseguró a la emisora de televisión bTV que quiere invitar a otros partidos de derecha a conversaciones.
Asimismo, aseguró que quiere convertirse en primer ministro de su país. "Con este resultado (...) no tengo derecho a no dirigir el próximo gobierno", dijo Borissov después de que se dieran a conocer los pronósticos.
Borissov anunció que librará una batalla intransigente contra la corrupción. El funcionario dijo que se investigarán los negocios turbios y que se castigará a los responsables. "Tenemos que lograr que Bulgaria, especialmente su agricultura, reciba nuevamente las ayudas de la UE", dijo el alcalde de Sofía en relación al congelamiento de la financiación del bloque.
Iniciativas ciudadanas alarmaron acerca de numerosas irregularidades en los comicios. Denunciaron que se estaban comprando votos con dinero en efectivo, comida o con remisiones de deudas.
Por lo visto, intermediarios controlaban el comportamiento electoral, mientras que los alcaldes llevaban a los votantes en sus coches a los locales electorales, señaló Diana Kovatcheva de "Transparencia sin Fronteras".
Observadores electorales del Consejo de Europa habían advertido el sábado de la compra masiva de votos y habían amenazado con sanciones.
Alrededor de siete millones de votantes estaban convocados a elegir a los 240 legisladores. Se estima que la participación fue del 53 por ciento, notablemente superior a la registrada en las elecciones europeas de hace un mes.
Ante los locales electorales se formaron largas colas en la capital búlgara, Sofía. Aún más alta fue la participación en la vecina Turquía, donde, según medios, unos 120.000 expatriados búlgaros con doble nacionalidad depositaban sus votos en las urnas.
Entre tanto, expatriados turcos eran transportados en autobuses a la región de Karyali, en el suroeste de Bulgaria, para votar ahí. Los nacionalistas habían protestado el sábado contra el "turismo electoral".