CIUDAD DEL VATICANO.- La Casa Blanca espera "francas", pero constructivas conversaciones entre el Presidente Barack Obama y el papa Benedicto XVI el viernes en El Vaticano, dijeron funcionarios estadounidenses.
Ambos hombres comparten visiones similares en cuanto a ayudar a los pobres y la paz en Medio Oriente, pero difieren en sus posiciones respecto al aborto y las investigaciones con células madre.
La reunión entre ambos ha generado expectación, ya que algunos activistas católicos y obispos estadounidenses han criticado a Obama. El presidente estadounidenses recibió, aún así, una mayoría de los votos católicos.
La elección de Obama representó un desafío para el Vaticano tras ocho años de terreno común con el presidente George W. Bush, quién se oponía al aborto, un tema que les acercó a pesar de la oposición de El Vaticano a la guerra en Irak.
El Vaticano, sin embargo, se ha mantenido abierto a las posiciones de Obama y propuso una inusual reunión con el mandatario estadounidense para el final de su estancia en Italia debido a la cumbre del G-8. El presidente viajará a Gana tras abandonar Europa.
La mayoría de reuniones en El Vaticano se programan al mediodía. Se ha permitido que parte del encuentro sea televisado después de conversaciones privadas.
"Creo que será un conversación franca", dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs esta semana. "Creo que hay muchas cosas en las que están de acuerdo y de las que tendrán la oportunidad de hablar".
Gibbs dijo que Obama y el Papa comparten la misma visión en temas como reducir el número de armas nucleares o un acercamiento al mundo musulmán.
Benedicto XVI rompió con el tradicional protocolo de El Vaticano el día después de las elecciones estadounidenses enviándole una nota de felicitación, en lugar de esperar al típico telegrama congratulatorio el día de la inauguración de la presidencia.
"Tuve una conversación maravillosa con el Papa justo después de las elecciones", dijo Obama a un grupo de periodistas en Washington poco antes de partir a Europa.
"Y de alguna manera consideramos esta reunión como un encuentro como el de cualquier otro gobierno, el gobierno de la Santa Sede. Hay algunas áreas en las que vamos a estar de acuerdo y van a haber otras áreas en las que tendremos algunos desacuerdos", sostuvo.