MANAGUA.- El Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, condenó la violencia en Honduras contra seguidores del depuesto líder Manuel Zelaya y reiteró su llamado a una pronta solución a la crisis política para que ese país "no se siga tiñendo con sangre de hermanos".
"Estamos librando esta batalla por la institucionalidad en Honduras y para que la familia logre en el corto plazo tener armonía, paz y este clima de pavor se logre superar", dijo Ortega en una comparecencia por radio y televisión.
El Mandatario denunció el asesinato de dos simpatizantes de Zelaya, cuyos nombres no mencionó, aunque dijo que eran dirigentes del partido Unificación Democrática (izquierda). Uno fue sacado de su casa y otro bajado de un bus, y luego asesinados, aseguró. "Estos crímenes nos recuerdan a los escuadrones de la muerte", enfatizó Ortega.
El Mandatario también condenó las acciones contra dos cadenas de noticias cuyos periodistas fueron capturados y expulsados de Honduras por las autoridades de facto.
Zelaya, quien se encuentra en Managua, dio un ultimátum al designado gobierno de Roberto Micheletti, para que a más tardar la próxima semana se cumplan la resoluciones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y Naciones Unidas, que exigen su inmediata restitución en la jefatura de gobierno.