WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se comprometió este viernes a mantener la presión en favor de una reforma migratoria exhaustiva, que espera pueda comenzar a forjarse a "finales de este año o muy principios del que viene".
En una conversación telefónica con locutores hispanos de todo el país desde la Casa Blanca, con los que trató también asuntos como la gripe AH1N1 o la reforma del sistema sanitario, Obama subrayó que la reforma migratoria "es algo en lo que queremos avanzar".
"Vamos a mantener reuniones detalladas en los próximos meses y nuestra esperanza es poder contar con un proyecto de ley listo para votarse y avanzar en los comités (del Congreso) o bien a finales de otoño o bien muy a principios del año próximo", declaró.
Tras recordar que ya a finales del mes pasado tuvo lugar una reunión en este sentido con destacados legisladores demócratas y republicanos en la Casa Blanca, Obama indicó: "Vamos a tener que mantener la presión para que esto ocurra".
No obstante, dijo tener "confianza" en que habrá logros si su administración se mantiene comprometida y dispuesta "a trabajar duro y si hay un esfuerzo significativo por parte de la comunidad para poner la presión sobre republicanos y demócratas en la Cámara de Representantes y el Senado".
"Nos encontramos en una buena posición para lograr progresos serios", destacó el presidente estadounidense, que subrayó que su Gobierno ya ha llevado a cabo cambios administrativos para garantizar que "se trata a la gente de modo justo y con respeto".
Según Obama, la reforma deberá incluir pasos para fortalecer la seguridad en la frontera y penalizaciones para los trabajadores indocumentados en EE.UU. si optan por permanecer en el país, pues "tendrán que ponerse al final de la cola".
Quienes quieran legalizar su situación seguramente se verán obligados a aprender inglés, a pagar una multa y los impuestos que tengan atrasados, consideró el presidente.