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Cancelan único festival de cine de Arabia Saudita por presión conservadora

Durante tres décadas se ha prohibido la proyección pública de films.

18 de Julio de 2009 | 19:18 | AFP

RIAD.- El único festival de cine de Arabia Saudita quedó cancelado el sábado, sin llegar siquiera a abrir sus puertas, debido a la  presión de los conservadores islámicos, afirmaron fuentes del festival.

Las autoridades de la ciudad de Jedda, al oeste, comunicaron a última hora del  viernes a los organizadores del Jedda Film Festival que esta manifestación no podría celebrarse, pese a que fue lanzada con bombo y platillo el jueves, en la presentación de las actividades veraniegas de la localidad.

El festival tenía que haberse celebrado a lo largo del fin de semana; en el mismo iban a competir ocho películas procedentes de países del Golfo, dos de ellas de Arabia Saudita, y además se iban a proyectar decenas de cortometrajes de directores locales y regionales.

Los organizadores afirmaron que, antes de anunciar la celebración del festival, habían obtenido trabajosamente los correspondientes permisos de las autoridades regionales y locales.

La cancelación del festival de Jedda supone un sonoro revés para buena parte de la población saudita y de las empresas de espectáculos, que deseaban poner fin a tres décadas de prohibición de proyecciones de películas en público.

El clero islámico conservador considera que el cine, la música y otros espectáculos y entretenimientos públicos violan las enseñanzas islámicas.

El festival de Jedda había sido organizado bajo los auspicios del grupo Rotana, una empresa del magnate saudí, príncipe Alwaleed bin Talal.

En una entrevista concedida el miércoles, un alto directivo de Rotana, Ibrahim Badei, había declarado que se iba a difundir una película islámica por una televisión por cable también islámica y que se planeaba también la realización de un debate cinematográfico patrocinado por el British Council.

Pese a que en Arabia Saudita es raro que se critique a un miembro de la familia real, Alwaleed había sido abiertamente criticado por su propio hermano, el príncipe Jalid bin Talal, por violar los principios islámicos.