PARÍS.- La Agencia Espacial Europea (ESA) da prioridad a los programas científicos y de servicios espaciales a los ciudadanos y no tiene capacidad propia para enviar astronautas a la Luna, por lo que su papel se limitaría a contribuir al programa estadounidense si hubiera un nuevo viaje a nuestro satélite.
"El hecho es que Europa ahora depende de otros para ir a la Luna con astronautas" por lo que "sólo puede contribuir al programa de exploración de Estados Unidos," señaló el director general de la ESA, Jean Jacques Dordain, con motivo del 40 aniversario de la misión del Apolo 11.
La posibilidad de que Europa enviara su propia misión requeriría previamente el desarrollo de "nuevas capacidades, en particular un sistema para transportar una tripulación," y eso significaría "una decisión política de alto nivel," explicó Dordain en una entrevista divulgada hoy por la ESA.
El director general, quien se mostró convencido de que habrá nuevas misiones humanas a la Luna y recordó que Washington planea un vuelo en el horizonte de 2020, subrayó que no es muy importante si eso se produce entonces o cinco años más tarde, porque ahora ya no se trata de una carrera por el prestigio de un país sobre otro como en 1969.
En aquel caso, el significado del aterrizaje del Apolo 11 en la superficie del satélite de la Tierra fue que "la tecnología estadounidense era más fuerte que la soviética," recordó.
Pero para el responsable de la ESA, por lo que será recordada esa misión es porque con sus primeros pasos lunares "los astronautas descubrieron al planeta Tierra".
Con ella se tomó consciencia de que "tenemos que pensar en el futuro de la Tierra globalmente y no individualmente" y por eso ahora el objetivo de un viaje a la Luna "ya no puede ser plantar una bandera allí," dijo.
En su opinión, el regreso a la Luna tiene sentido si es para realizar progresos científicos, establecer un sistema de alerta contra asteroides u otras amenazas para la Tierra o para buscar recursos que pudieran utilizarse en nuestro planeta.
Por eso apuesta por que los programas futuros se hagan no entre dos países competidores, sino en colaboración.
Dordain afirmó que aunque no es urgente, no hay que abandonar la meta de volver a la Luna, en primer lugar porque la Tierra no está aislada y su futuro no se puede plantear sin tener en cuenta su entorno espacial.
Sería un acicate para desarrollar tecnologías innovadoras, por ejemplo para el reciclaje de los recursos (agua, oxígeno o alimentos) de los que hicieran el viaje, y para seguir atrayendo a jóvenes talentos al campo de la ciencia y la ingeniería espaciales.