MANAGUA.- El vicepresidente de Nicaragua, Jaime Morales, señaló que el depuesto Mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, debería asumir con "pragmatismo" que ya no es el Presidente de ese país y comentó que sus llamados a la insurrección lanzados desde suelo nicaragüense no son "prudentes".
Morales precisó que la salida a la crisis hondureña pasa porque Zelaya enfrente la realidad de su derrocamiento e intente lo que denominó un "reacomodo" de su situación.
La comunidad internacional reconoce a Zelaya como Presidente constitucional de Honduras, pero "como hombre pragmático, la situación de hecho contradice a la de derecho, él no es el Presidente de Honduras, quien está al mando es el señor Roberto Micheletti", estimó Morales en entrevista a "El Nuevo Diario".
Sobre los llamados a la insurrección formulados por Zelaya a sus seguidores desde Nicaragua, el vicepresidente nicaragüense dijo que "no son apropiados", y menos realizarlos desde la zona fronteriza que es por naturaleza "explosiva y peligrosa".
El comportamiento del Presidente depuesto de hacer manifestaciones públicas a sus partidarios desde Ocotal, localidad nicaragüense próxima a la frontera, son permitidas por "una tolerancia" del gobierno de Daniel Ortega, pero estimó que la actitud de Zelaya "no es prudente".
"Yo nunca fumaría cerca de un barril de pólvora, porque cualquier chispa puede encender las cosas voluntaria o involuntariamente", advirtió Morales al aludir a la presencia del Mandatario derrocado y sus seguidores en la zona fronteriza entre Honduras y Nicaragua.
El vicepresidente cuestionó además las gestiones realizadas por la OEA y por el mediador en el conflicto hondureño, el Mandatario costarricense Oscar Arias, y dijo que "se precipitaron" en sus decisiones al no crear puentes de acercamiento entre las partes y establecer plazos fijos para alcanzar los objetivos.