SYDNEY.- El neozelandés Michael Xue, acusado de asesinar a su mujer y abandonar a su hija en una estación de tren australiana, fue condenado hoy a cadena perpetua en un caso que ha alcanzado considerable repercusión mediática en el país.
Un jurado popular compuesto por 12 mujeres dictó la culpabilidad de Xue el 20 de junio pasado por estrangular a su mujer, que entonces tenía 28 años.
El neozelandés, de origen chino y 56 años de edad, sólo tendrá que cumplir 12 años de cárcel según la ley neozelandesa.
Tras asesinar a su mujer, el 15 de septiembre de 2007, Xue partió a la vecina Australia, donde abandonó a su hija Qian Xun Xue, que entonces tenía tres años, sin darse cuenta e que estaba siendo grabado por una cámara de seguridad.
Muchos detalles morbosos del juicio han llegado a la prensa durante el proceso. La fiscalía expuso que Xue era un hombre violento y acusaba a su mujer de tener relaciones extramatrimoniales; mientras que la defensa alegó que la joven Liu utilizó a su marido para conseguir la residencia en Nueva Zelanda y se negó a mantener relaciones sexuales con él una vez tuvo los papeles en regla.
Las pruebas forenses demostraron que la ropa interior de la víctima tenía restos de ADN de Xue y de al menos otros dos hombres, uno de los cuales no ha sido identificado.
La hija de ambos quedó al cuidado de una familia adoptiva en Melbourne y después regresó a China con su abuela materna.