WASHINGTON.- Por primera vez Barack Obama festejará su cumpleaños en la Casa Blanca, y la celebración podría estar llena de sorpresas.
El juvenil y deportivo Mandatario cumplirá 48 años mañana, pero no pasa desapercibido que en los primeros seis meses en la Presidencia estadounidense se avejentó y su cabello está más grisáceo.
Y eso que hace ya un año, cuando en medio de la campaña electoral le preguntaron cómo se sentía a los 47 años, respondió: "¡Viejísimo!". ¿Qué dirá ahora?
Hace semanas que la escena política en Washington se plantea cuáles son los regalos adecuados para hacerle, incluso cuando Obama y su esposa Michelle prefieren que ese dinero fluya en forma de donaciones a organizaciones de caridad, muchos no lo harán.
"¿Qué se le da a un hombre que tiene todo?", protesta la senadora Mary Landrieu. Según la revista "Político", dada la intensidad del debate de los asesores de Obama sobre los regalos, el vocero de prensa del Mandatario, Robert Gibbs, propuso trasladar la discusión al "centro de crisis" de la Casa Blanca, totalmente aislado.
El asesor económico Austan Goolsbee se refirió a que las leyes federales "prohíben regalos al jefe en valor superior a 20 dólares", o sea que "será una bolsa de palomitas y tal vez un banco aún más grande", dijo sarcásticamente en vistas al atribulado mundo bancario estadounidense.
La lista de ideas de regalos que trascendió abarca desde whisky y cerveza, entradas para el béeisbol y salchichas ahumadas hasta libros intrincados, pero probablemente sólo uno de ellos resulte molesto en la Casa Blanca.
Se trata de una documentación cinematográfica prevista para el 4 de agosto sobre la "elegibilidad" de Obama. Porque el día de su nacimiento no admite discusiones, pero sí el lugar de nacimiento. En caso de que como algunos afirman, Obama haya nacido en Kenia, estaría residiendo ilegalmente en la Casa Blanca. Según la Constitución sólo puede ser Presidente quien nació en Estados Unidos.
Pero lo que daría material para un escándalo del siglo casi no tiene asidero real. Gibbs lamenta tener que pronunciarse respecto a estas "tonterías". Porque hay muchas pruebas que confirman a Obama: documentos de las autoridades de Salud en Hawaii, pruebas de institutos independientes, avisos de natalicio en diarios de Hawaii.
Además es un sobreentendido que los contrincantes políticos de Obama en la campaña electoral -desde Hillary Clinton hasta John McCain- chequearon todo lo que pudiera haber debilitado o dejado fuera de contienda a Obama.
En vista de todas las pruebas, sólo unos pocos republicanos siguen manifestando dudas. Pero aún así, según las encuestas un 28 por ciento de los electores republicanos cree que Obama nació en Kenia, patria de su progenitor. Así como hasta las elecciones muchos estadounidenses estaban convencidos de que Obama no era cristiano, sino musulmán.
Blogs de derecha instan a enviarle a Obama tarjetas de saludo en su cumpleaños preguntándole sobre su "acta de nacimiento original".
Aún así, prevalece la cifra de saludos bienintencionados. En "Político", el legislador republicano Jason Chaffetz evalúa si regalarle un "decente par de jeans Wrangler". A mediados de julio, cuando hizo el primer lanzamiento en el Juego de las Estrellas de béeisbol, Obama lució unos vaqueros que recibieron críticas en todo el país.
Por su parte el ex legislador Martin Frost le desea a Obama una final nacional de ensueño entre los equipos de béisbol White Sox y Cubs de Chicago.
Probablemente la idea más placentera y realista sea nada más ni nada menos que del republicano Newt Gingrich, quien suele criticar duramente a Obama: le deseó "una semana en Hawaii sin medios ni agenda de trabajo", así como tres días de entrenamiento privado con el ex astro del basquetbol Michael Jordan.
Por lejos, el mayor regalo será el que Obama se haga a sí mismo: pronto partirá con su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia a una semana de vacaciones de lujo en la isla atlántica "Martha's Vineyard", cerca de Boston.