CASTELGANDOLFO.- El papa Benedicto XVI afirmó hoy que "los lagers nazis" se pueden considerar "símbolos extremos del mal", del "infierno" en la tierra. El Pontífice alemán afrontó el tema antes de recitar el Angelus en el patio del Palacio Apostólico de la residencia de verano de Castelgandolfo, unos 25 kilómetros al sur de Roma, donde transcurre un período de vacaciones.
"Los lagers nazis, como todo campo de exterminio, pueden ser considerados símbolos extremos del mal, del infierno que se abre sobre la tierra cuando el hombre olvida a Dios y a él se sustituye, usurpándole el derecho de decidir sobre qué cosa está bien y qué cosa está mal, de dar la vida y la muerte", dijo el Papa.
En ocasión del año sacerdotal, el Papa recordó algunos santos que "la liturgia rememora en estos días".
Benedicto XVI habló de dos mártires "muertos en los lagers de Auschwitz: Santa Benedicta de la Cruz-Edith Stein y San Maximiliano Kolbe".
"Lamentablemente -agregó el pontífice respecto a los campos de exterminio nazis- este triste fenómeno no está circunscrito a los lagers. Son más bien la punta culminante de una realidad amplia y difundida...".
Aseguró que en el mundo contemporáneo hay "ideologías y filosofías pero cada vez más también (hay) modos de pensar y actuar que exaltan la libertad como único principio del hombre, en alternativa a Dios, y de ese modo transforman al hombre en Dios, que hace de la arbitrariedad el propio sistema de comportamiento", subrayó en la oración del Angelus.
Hablando de Stein y Kolbe, Benedicto XVI explicó que "estos santos nos hacer reflexionar sobre las profundas divergencias que existen entre el humanismo ateo y el humanismo cristiano".
Se trata, agregó, de una "antítesis que atraviesa toda la historia" y que "al final del segundo milenio, con el nihilismo contemporáneo, llego a un punto crucial".
"Por una parte hay ideologías y filosofías pero cada vez más modos de pensar y de actuar que exaltan la libertad como único principio del hombre, y por el otro tenemos los santos", que ofrecen una "respuesta exhaustiva y creíble a la crisis profunda del mundo contemporáneo, la de la caridad en la verdad", subrayó Joseph Ratzinger.
En su reciente viaje en Tierra Santa, en mayo pasado, el Vaticano desmintió que el Papa hubiera formado parte de las juventudes hitlerianas.
Pero según una investigación alemana, citada por la agencia de prensa religiosa católica francesa i-media, el ahora pontífice ingresó en las juventudes hitlerianas, en contra de su voluntad, cuando cumplió 14 años.
El presidente de la Unión de las comunidades hebreas italianas, Renzo Gattegna, dijo que "las palabras del Papa suenan como una condena aún más definitiva del holocausto del pueblo judío y de cualquier otra forma de genocidio y de persecución".
Benedicto XVI ya se había expresado "con claridad y firmeza durante el viaje a Israel de mayo pasado y el compromiso a visitar la Sinagoga de Roma, para desmentir o restar legitimidad a las posiciones de algunos exponentes del clero católico que habían hecho declaraciones tendientes a negar la Shoah o a disminuir la gravedad del intento de extermino total del pueblo judío", sostuvo Gattegna.
Joseph Ratzinger visitó el ex campo de exterminio nazi de Auschwitz, en mayo de 2006, en la conclusión de su primer viaje a Polonia.
En esa ocasión considerada altamente simbólica, el pontífice oró ante el "Muro de la Muerte", uno de los paredones donde durante la II Guerra Mundial los nazis fusilaron a miles de víctimas.
Luego, el Papa se trasladó al campo de Birkenau, el complejo de exterminio ubicado a situado a tres kilómetros de Auschwitz donde entre 1940 y 1945 fueron asesinadas más de un millón de personas, en su inmensa mayoría judíos.
"Estoy aquí como hijo del pueblo alemán y por ello tenía que venir. Era y es un deber frente a la verdad y al derecho de cuantos sufrieron, un deber ante Dios", dijo el Papa.
"Soy hijo de ese pueblo en el que un grupo de criminales alcanzó el poder mediante falsas promesas, en nombre de perspectivas de grandeza y de recuperación del honor de la nación y su relevancia", afirmó.