Zelaya se reúne con Lula en busca de apoyo para recuperar el poder

BRASILIA.- El presidente derrocado de Honduras, Manuel Zelaya, se reunirá hoy en Brasilia con Luiz Inacio Lula da Silva, con el objetivo de difundir internacionalmente el apoyo del mandatario brasileño a su restitución al gobierno del país centroamericano.

Zelaya desembarcó en la capital brasileña anoche, un día después de que el embajador de Honduras en Brasilia, Víctor Manuel Lozano Urbina, hubiese sido internado en el Hospital de las Fuerzas Armadas (HFA), donde se encuentra hoy incomunicado y sin fecha prevista para que sea dado de alta.

Fuentes de la embajada informaron que el embajador se sentía mal hace días, a raíz de las presiones que enfrentaba por parte del gobierno "de facto" de su país, comandado por Roberto Micheletti, que le ordenó ignorar la visita de Zelaya a Brasil.

Según el diario brasileño "O Estado de Sao Paulo", la Cancillería brasileña ignoró la embajada hondureña al negociar la visita del presidente derrocado a Brasilia, cuya fecha fue definida mediante contactos con asesores directos de Zelaya.

La llegada del presidente depuesto a Brasilia fue anunciada por la Cancillería en un comunicado oficial, como es usual hacer en relación a las visitas de jefes de Estado extranjeros.

En la nota, el gobierno brasileño reitera su "más vehemente condena al golpe" en Honduras e insta a que "el presidente Zelaya sea restituido en sus funciones en forma incondicional y en el más breve plazo posible".

Según el politólogo Pedro Paulo Funari, de la Universidad de Campinas (Unicamp), la visita de Zelaya tiene sobre todo un peso simbólico, "pues espera demostrar que el presidente depuesto tiene el estátus y el reconocimiento de un país importante, de la potencia latinoamericana".

El encuentro con Lula forma parte de una ofensiva diplomática internacional que realiza Zelaya, que ya incluyó visitas a Estados Unidos y a México y una participación en la Cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) realizada esta semana en Quito.

Sin embargo, en su entrevista hoy al portal brasileño UOL, Funari consideró que los respaldos políticos a Zelaya no son eficaces para convencer los golpistas de Honduras devuelvan el gobierno al presidente constitucional.

"La capacidad de presión es muy limitada. Acciones económicas tienen un efecto limitado, y no fueron adoptadas en forma integral por países decisivos, como Estados Unidos.

El gobierno interino, pese a que resultó de un golpe, logró el apoyo de amplios grupos de la población, en particular de la clase media, así como del Congreso, del Poder Judicial y de las Fuerzas Armadas", opinó.