JERUSALÉN.- La publicación el lunes de un artículo en el diario sueco "Aftonbladet", en el que se acusa al Ejército de Israel de matar a palestinos para comercializar sus órganos, levantó una oleada de reacciones en el gobierno israelí, que hoy exigió a Suecia la condena del artículo "antisemita".
El Ejército israelí podría haber llevado a cabo secuestros y asesinatos de jóvenes palestinos cuyos restos eran devueltos a las familias después de saquear sus órganos, según el artículo publicado en el mayor diario sueco.
Donald Bstrom, autor del artículo "Les saquean los órganos a nuestros hijos", toma como ejemplos el caso de Bilal Ahmad Ranian, un joven palestino que fue abatido por el Ejército israelí el pasado mayo en Nablus tras atacar repetidamente con piedras a los soldados.
Según los testigos consultados por el periodista, el joven palestino recibió disparos en el pecho y el estómago, y fue evacuado en helicóptero inmediatamente después a un lugar desconocido. Días más tarde, los restos de su cuerpo fueron devueltos a su familia liados en vendas de hospital, relata el periodista.
El artículo, que fue publicado en "Aftonbladet" con la fotografía de un cuerpo atravesado por una cicatriz desde la cara hasta el estómago, se basa según su autor en informaciones obtenidas inicialmente a través de agentes de las Naciones Unidas en Cisjordania.
El texto cita además a palestinos que aseguran que sus hijos fueron asesinados para la obtención de órganos, y explica que cerca de la mitad de los órganos utilizados en trasplantes en el año 2000 en Israel fueron comprados ilegalmente a Turquía, Europa del Este y América Latina, siempre con consentimiento del Ministerio de Sanidad.
La publicación del texto ha levantado la ira de Israel, que lo interpretó como un acto "antisemita" contra el que el gobierno de Suecia debería reaccionar.
"No se trata más que de una continuación de los 'Protocolos de Sión'"(libro antisemita), dijo el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, añadiendo que "si el periódico (sueco) leyese la prensa nazi editada por Goebbels tendrían otra idea sobre este tipo de artículos con una credibilidad similar".
"Es un claro ejemplo de la demonización de Israel", dijo Lieberman.
"Es una marca de vergüenza para el periodismo sueco", dijo por su parte el portavoz de Exteriores israelí, Yigal Palmor. "Afirmaciones racistas y terribles como éstas, que alientan los crímenes de odio contra los judíos, no deberían ser toleradas. Necesitamos la condena del gobierno sueco contra este artículo antisemita", añadió.
"Es muy triste escuchar que se me acusa de antisemitismo", afirmó por su parte el autor al diario israelí "Haaretz". "Lo que pretendía era establecer un vínculo (con casos similares en Nueva Jersey) y llamar la atención sobre el hecho de que hace falta investigar el caso", dijo Bstrom.
Según el autor, las supuestas aberraciones cometidas por el Ejército israelí podrían estar ligadas al caso de Levy Izhak Rosenbaum, residente en Brooklin y acusado de un caso de tráfico de órganos que fue motivo de tensiones anteriores entre Estados Unidos e Israel.
El artículo despertó además la polémica entre el resto de la prensa sueca, que lo criticó por su "tinte antisemita" y su "claro objetivo de hundir la reputación de Israel".
Aunque el gobierno de Suecia no se ha pronunciado al respecto, la embajadora sueca en Israel, Elisabet Borsiin Bonnier, emitió un comunicado de prensa afirmando que "el artículo ha sido tan chocante para los suecos como para los ciudadanos israelíes".
"Compartimos la preocupación del gobierno de Israel, de sus medios de comunicación y de su opinión pública. La embajada no puede permanecer al margen de ello", dijo la embajadora, aclarando que aunque "en Suecia, como en Israel, prevalece la libertad de prensa, la libertad de expresión requiere una cierta responsabilidad".