Más de 60 vehículos ardieron tras la explosión registrada delante del Ministerio de Asunto Exteriores.
EFEBAGDAD.- Las fuerzas de seguridad iraquíes y el Primer Ministro, Nuri al Maliki, acusaron a la red terrorista Al Qaeda y a los "restos" del partido socialista Baaz de Saddam Hussein de estar detrás de los atentados que hoy causaron la muerte de 95 personas.
Otras 597 resultaron heridas en una sucesión de explosiones y ataques con mortero en Bagdad, en la mayor cadena de atentados ocurrida en el país en lo que va de año.
Los hechos de hoy cobran especial relevancia al producirse después de la retirada de las tropas de Estados Unidos de las ciudades el 30 de junio pasado y después de que el gobierno iraquí decidiera, el 8 de agosto, comenzar la retirada de las barreras de hormigón de la capital.
Estos bloques dividían Bagdad en varias zonas y servían para controlar los movimientos de los vehículos y entorpecer la colocación de auto bomba. El Gobierno decidió retirarlos ante la mejora de las condiciones de seguridad en la ciudad.
En un comunicado, Nuri al Maliki afirmó que sería necesaria una revisión de las medidas de seguridad en el país.
"Los ataques criminales de hoy requieren, sin la menor duda, reevaluar nuestros planes y mecanismos de seguridad para afrontar los desafíos terroristas", declaró varias horas después de los atentados.
El portavoz del Plan de Seguridad para Bagdad, general Qasem Ataa, en declaraciones a la cadena oficial de televisión local "Al Iraquiya", responsabilizó de los ataques a la red terrorista Al Qaeda y a los seguidores del antiguo gobernante Partido Al Baaz.
"La alianza entre la organización Al Qaeda y grupúsculos del Baaz está detrás de esos ataques", subrayó el portavoz.
Ataa agregó que se ha abierto una investigación para determinar las causas de esta brecha que se ha producido en el ámbito de la seguridad.
El peor de los atentados se produjo por la explosión de un camión-bomba colocado delante del Ministerio de Asuntos Exteriores, que costó la vida de más de 47 personas e hirió a más de 200.
Este Ministerio está cerca de la fortificada "Zona Verde", que cuenta con extremas medidas de seguridad, ya que alberga edificios gubernamentales y varias embajadas, entre ellas la de Estados Unidos.
Además, cuatro pisos enteros del edificio del Ministerio quedaron totalmente destruidos y más de 60 vehículos ardieron.
Otro atentado similar ocurrió delante del Ministerio de Finanzas en la zona de Bab al Muazam, en el centro de Bagdad, y mató a 28 personas, mientras que hirió a otras 180.
Un teniente coronel de la Policía, que declinó identificarse, dijo que esta oleada de atentados supone un mensaje de los grupos armados que indica que aún están presentes y que pueden cumplir sus planes de violencia cuando lo deseen.
A su juicio, el atentado que tuvo lugar cerca del Ministerio de Exteriores indica que ha habido un descuido en las tareas de vigilancia o que los atacantes contaban con la complicidad de alguien, ya que en ese lugar hay numerosos controles policiales.
Dijo que era probable que el conductor del camión-bomba que estalló en ese lugar portase la documentación necesaria para traspasar sin problema los puestos de control.
Otros ataques se produjeron de manera casi simultánea en barrios del este y oeste de la capital iraquí, y dejaron decenas de víctimas entre muertos y heridos.
Un testigo, identificado como Alaa Abdul Karim, afirmó que la oleada de detonaciones que sacudieron la capital levantaron numerosas columnas de humo negro y polvo.
"Hoy ha sido un día negro para Bagdad. ¿Donde están los cuerpos de seguridad?", se preguntó Abdul Karim, que añadió que tras los atentados las calles se vaciaron de personas y vehículos.
Tras las explosiones, las fuerzas de seguridad impusieron extremas medidas de seguridad y cerraron algunas avenidas para permitir el paso de las ambulancias y la policía e interceptar posibles terroristas.
El jefe del Departamento de Lucha Antiterrorista, general Yihad al Yabery, reveló que sus artificieros lograron desactivar un gran camión cargado con una tonelada de explosivos, en el barrio Al Salehia, cerca del hospital Ibn al Bitar, también cercano al Ministerio de Exteriores.
Igualmente, la policía informó que los agentes de seguridad lograron capturar a dos supuestos "umara" (jefes) de Al Qaeda en los momentos en que conducían un automóvil cargado con explosivos en el área de Al Mansur, en el oeste de Bagdad.