MADRID.- Muchas ciudades españolas se han lanzado "a la caza" de las vacaciones de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales, entre ellas Barcelona, Sitges, Madrid, Ibiza y Benidorm.
La comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) resulta atractiva para el sector turístico porque sólo en España está compuesta por tres millones de personas que, según datos del Instituto de Turismo de España, gastan una media de 130 euros (184 dólares) diarios frente a los 80 (113 dólares) de un turista heterosexual.
Las dos últimas ediciones del Salón Internacional de Turismo de Catalunya (SITC) han incluido el ’Pink Corner’, el espacio dirigido al turismo homosexual más grande de Europa.
Chueca, en Madrid, ya no es el “barrio del orgullo” por excelencia, sino que casi todas las ciudades españolas tienen sus particulares zonas de ambiente como Puerto de la Cruz, en Tenerife (Islas Canarias), o el Eixample, en Barcelona.
"El turista LGTB, aparte de sentirse atraído por el atractivo del lugar que visita, va a espacios dirigidos a él o ella donde se pueda reunir con personas de su misma orientación y pasar su tiempo de vacaciones en entornos abiertos a la diversidad", dijo a Efe el presidente de la Asociación Catalana de Empresas para Gays y Lesbianas (ACEGAL), David Martí.
La tendencia a atraer el turismo gay empezó en la localidad catalana de Sitges, la primera ciudad en abrir las puertas de un local de ocio destinado a la comunidad LGBT. Su éxito llevó a más ciudades a “salir del armario,” que es la frase con la que se describe el reconocimiento público de la tendencia sexual.
Barcelona, una de las capitales LGTB del mundo, atrae, gracias a su oferta homosexual, a cerca de 200.000 turistas cada año (un 6 por ciento de los visitantes de la ciudad).
Entre las iniciativas destinadas a captar a este colectivo se encuentra el Pride Barcelona (fiesta del orgullo), que se celebró por primera vez este año y que "sirvió para remontar la ocupación (hotelera) que en el mes de junio había sido más baja", según Martí.
En julio de 2008, la ciudad acogió la duodécima edición de los Eurogames, una competición deportiva dedicada al colectivo de gays y lesbianas a la que asistieron más de 35.000 personas.
Madrid, ciudad candidata al World Pride 2016, es también un referente de la comunidad LGTB y por eso el Ayuntamiento y la Comunidad han firmado un convenio para captar turistas de segmentos de alto poder adquisitivo, como el colectivo gay.
En el sur, a Sevilla también le ha interesado atraer a este perfil de turista que gasta cerca de un 30 por ciento más que el turista heterosexual (fundamentalmente en ocio, cultura y compras). Para ello, el Consorcio de Turismo ha elaborado una guía que recoge la oferta enfocada a este colectivo.
Sevilla no es el único destino andaluz que se ha interesado por los turistas homosexuales. Granada acogió en julio último las I Jornadas Internacionales de Turismo LGTB.
En San Sebastián, en el norte, ¿qué puede interesarle al turista LGTB? “Su belleza natural, la amabilidad..., la sabrosa oferta gastronómica, su destacada oferta cultural y el favorable clima social en torno al colectivo homosexual,” asegura en una guía el alcalde de la ciudad, Odon Elorza.
Benidorm es uno de los destinos gays por excelencia porque, según su concejal de turismo, Sebastián Fernández, es un lugar “abierto a todos” en el que el colectivo LGTB puede “disfrutar de una oferta variada", aunque insiste en que “no es un destino exclusivamente gay".
Dentro de esta oferta se encuentra el “We are queers. Benidorm Gay Festival 2mil9", que se define en su página web como “el más gay del año” y que acogió durante tres días aproximadamente a 1.500 personas.
En Alicante, una empresa ha desarrollado un exitoso paquete vacacional dirigido a lesbianas que pueden disfrutar de unos días en un hotel al lado de la playa al tiempo que siguen un tratamiento de reproducción asistida en un instituto de la ciudad.