BAGDAD.- Al menos 17 personas murieron y 32 resultaron heridas en varios ataques separados en Irak, informaron fuentes de seguridad, mientras en Bagdad llegó por sorpresa el ministro iraní del Exterior, Manucher Mottaki, quien se reunió en la capital iraquí con el Primer Ministro del país mesopotámico, Nuri al Maliki.
Según informó la oficina de prensa de éste, el iraní condenó la reciente oleada de violencia en Bagdad, que la semana pasada dejó más de 100 víctimas.
"La seguridad en Irak tiene consecuencias directas para todos los Estados vecinos", señaló el ministro persa.
Hay una estrecha relación entre los chiitas gobernantes en Irán y en Irak, donde también son mayoría en el Ejecutivo. Actualmente se celebran en Irak los funerales por el líder chiita iraquí Abdulazis al Hakim, fallecido la semana pasada en Teherán. Al Hakim fue enterrado en Nayaf, entre decenas de miles de personas que se acercaron a darle su último adiós.
Mientras tanto, diez personas, cuatro de ellas policías, murieron en un ataque suicida en Shirqat, un pueblo en el norte de la provincia norteña de Salah el Din. En el ataque resultaron heridas además 14 personas, indicaron las fuentes.
Varios comercios quedaron gravemente dañados cuando el suicida hizo estallar su coche cerca del mercado del pueblo, que queda a 170 kilómetros al norte de Bagdad.
En la provincia de Nínive, cuatro personas murieron y 17 resultaron heridas cuando un coche bomba estalló en Sinjar, población ubicada a 100 kilómetros al norte de Mosul.
En Sinjar viven los yazidis, miembros de una antigua secta kurda, que han sido objeto de ataques en el pasado. En agosto de 2007 unas 400 personas murieron en Sinjar al estallar varias bombas dirigidas contra ellos.
Además, dos soldados iraquíes murieron y un civil resultó herido al estallar una bomba cerca de una comisaría en el este de Mosul, señaló un policía local. Según la misma fuente, una joven murió por disparos de hombres armados en la misma ciudad.