LOS ANGELES.- El incendio que se desató el miércoles en el sur de California se mantenía implacable el sábado pocos kilómetros al norte de Los Angeles, donde dejó tres heridos y forzó la evacuación de unas 3.000 viviendas, informaron las autoridades.
Las llamas avanzaron rápidamente el sábado, según el Servicio de Bosques Nacionales de Estados Unidos, que informó de tres heridos a causa del siniestro sin detallar si se trata de bomberos o de habitantes de la zona, ni precisar la gravedad de las lesiones.
El sábado por la tarde, el fuego había consumido más de 8.000 hectáreas de vegetación y amenazaba al menos 3.000 casas, 27 edificios y otras 52 construcciones, por lo cual las autoridades ordenaron su evacuación.
El servicio forestal calificó de "extremo" el potencial de propagación del incendio, que en plena temporada seca se ve alimentado por los vientos y las altas temperaturas del verano boreal.
Las evacuaciones fueron ordenadas particularmente en la localidad de La Cañada Flintridge, a unos 25 km al norte de Los Angeles, pero también en los suburbios más cercanos a la urbe, como Glendale.
El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el viernes estado de emergencia en los condados de Los Angeles y Monterey cuando el fuego llevaba consumidos "cerca de 5.261 hectáreas".
Los incendios "amenazan estructuras, destruyeron viviendas y forzaron la evacuación de centenares de habitantes hacia refugios de emergencia", explicó Schwarzenegger.
El inspector de bomberos del condado de Los Angeles, Frederic Stowers, dijo a la AFP que más de 750 de sus hombres, cuatro aviones y ocho helicópteros combaten las llamas, alimentadas por una densa y seca vegetación, especialmente en el valle de San Fernando, al norte de la megalópolis.