TOKIO- En Japón comenzaron este domingo las esperadas elecciones a la poderosa Cámara Baja parlamentaria, para cubrir los 480 escaños de que está compuesta. Estos comicios podrían tener un significado histórico, ya que por primera vez desde hace más de medio siglo podría ocurrir en el país asiático un verdadero cambio en el poder.
Según las más recientes encuestas, se prevé que el partido del primer ministro Taro Aso, el Partido Democrático Liberal (LDP), sufrirá una derrota. Todo parece indicar que el mayor partido de la oposición, el Partido Democrático de Japón (DPJ), dirigido por Yukio Hatoyama, será el gran vencedor de la jornada.
Si ello ocurre, el DPJ pondría fin a la hegemonía de casi 50 años ininterrumpidos del LDP y Hatoyama se convertiría en el nuevo jefe de gobierno de la segunda economía mundial.
"En el pasado habrá pensado que su voto no cambia nada en la política. Pero esta elección es diferente", dijo el líder del DPJ, de 62 años, dirigiéndose a los electores en la noche previa a la jornada electoral.
Hatoyama trazó una comparación directa con el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su idea de cambio. Estados Unidos reescribió su historia, "¿Por qué no también Japón?", preguntó.
De la elección participarán unos 110 millones de votantes. Se espera que los primeros resultados sean difundidos poco después del cierre de los comicios, a las 20.00 horas (11.00 GMT). El partido de Hatoyama podría ganar más de 300 escaños de los 480 en la Cámara baja. Hasta ahora ocupaba 112.
Hatoyama pertenece a una dinastía de políticos: su abuelo fue primer ministro, su padre ministro de Relaciones Exteriores y su hermano menor ministro del Interior. El líder del DPJ prometió al pueblo que su partido pondrá fin a la hasta ahora "política irresponsable llevada adelante por los burócratas".
Muchos ciudadanos ya no creen que el gobernante LDP del poco popular jefe de gobierno Taro Aso pueda resolver los grandes problemas del país. El LDP, fundado en 1955, llevó a Japón al bienestar y la estabilidad, luego de la derrota en la Segunda Guerra Mundial.
El pueblo le disculpó por ello el nepotismo y los escándalos, pero parece que esto llegó a su fin. Muchos habitantes culpan al LDP de mala administración y del estancamiento en el país.