LONDRES.- El Primer Ministro británico, Gordon Brown, aseguró hoy que no hubo conspiración, encubrimiento o acuerdo petrolero para que el gobierno escocés liberase al libio Abdelbaset Ali Mohmed al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie.
En una declaración en la ciudad inglesa de Birmingham, la primera que hace sobre el caso, Brown insistió en que no dio garantías al Presidente libio, Muammar Gaddafi, sobre el futuro de Megrahi, condenado en 2001 por el atentado contra un avión de PanAm que explotó sobre Lockerbie (Escocia) en diciembre de 1988.
"No hubo conspiración, ni encubrimiento, ni doble juego, ni acuerdo de petróleo, ningún intento de tener influencia en los ministros escoceses", dijo Brown, tras la polémica por la decisión del gobierno escocés de excarcelar a Megrahi el 20 de agosto pasado por razones humanitarias, pues padece un cáncer terminal de próstata.
El jefe del Gobierno afirmó que la decisión final sobre la suerte de Megrahi quedó en la Administración escocesa y los ministros del gobierno británico no trataron de influir en el caso.
Brown calificó el atentado de "gran brutalidad" y dijo que se solidariza con las familias de las víctimas.
Pero recalcó que el Reino Unido apoya los esfuerzos del gobierno libio de poner fin a la proliferación de armas nucleares y de luchar contra el terrorismo internacional.
El gobierno británico ha insistido en los últimos días en que la puesta en libertad del acusado de Lockerbie no estaba relacionada con los intereses comerciales del Reino Unido.
Sin embargo, Saif Gaddafi, hijo del Presidente libio, Muammar Gaddafi, afirmó recientemente que la libertad de Megrahi estaba vinculada con un acuerdo petrolero con BP.
Megrahi, que tuvo un gran recibimiento a su llegada a Trípoli tras su liberación, cumplió ocho años de una condena de 27 por la muerte de 270 personas cuando el avión explotó sobre Lockerbie.
El ministro de Justicia escocés, Kerry MacAskill, se responsabilizó totalmente de su decisión, que justificó por el criterio del sistema judicial de Escocia según el cual "la Justicia debe ser aplicada, pero hay que mostrar compasión" pues a Megrahi sólo le quedan tres meses de vida, según los informes médicos.
Megrahi es el único condenado por el atentado perpetrado contra el avión de PanAm que se dirigía de Londres a EE.UU., cuando sobrevolaba Lockerbie y en el que murieron los 259 ocupantes (189 de ellos estadounidenses) y 11 vecinos de esa localidad escocesa.