LONDRES.- El Parlamento de Escocia aprobó hoy una moción que critica la decisión del Gobierno autónomo de liberar al libio Abdelbaset Alí Mohamed al Megrahi, condenado por el atentado de Lockerbie de 1988 que causó 270 muertos.
Tras un debate en la Cámara sobre la excarcelación del terrorista, 73 diputados votaron a favor de una moción que declara que el Parlamento "no está de acuerdo con la decisión de repatriar a Megrahi a Libia mediante la liberación por motivos de compasión".
Sólo 50 parlamentarios se opusieron a la moción, toda vez que se registró una abstención.
La Cámara desoyó al Gobierno dirigido por el nacionalista Alex Salmond, que había pedido a los diputados que apoyaran la decisión, tomada por el ministro escocés de Justicia, Kenny MacAskill, de acuerdo con "los principios de la Justicia escocesa".
MacAskill volvió a defender la decisión de excarcelar el 20 de agosto pasado a Megrahi por razones humanitarias, ya que el terrorista, de 57 años, sufre un cáncer en fase terminal.
No obstante, el portavoz de Justicia de los laboristas escoceses, Richard Baker, dijo que se produjeron "errores fundamentales" en el proceso para liberar al terrorista, mientras que el portavoz conservador, Bill Aitken, tildó la excarcelación de "error de proporciones internacionales".
La votación se celebró un día después de que el Ejecutivo de Edimburgo publicase documentos que revelan que el secretario de Estado británico de Exteriores, Bill Rammell, informó a Libia que el Primer Ministro británico, Gordon Brown, no quería que Megrahi muriese en una cárcel escocesa.
Los gobiernos de Londres y Edimburgo decidieron publicar una serie de documentos sobre el caso, ante los rumores que atribuyen la excarcelación del terrorista a un supuesto pacto económico con Libia, segundo productor de petróleo de África.
Sin embargo, Brown aseguró hoy que no hubo conspiración, encubrimiento o acuerdo petrolero para que el Gobierno escocés liberase al terrorista libio.
Megrahi, único condenado por el atentado contra un avión de PanAm que sobrevolaba Lockerbie (Escocia), fue liberado por razones humanitarias, ya que padece un cáncer terminal y los informes médicos señalan que le quedan unos tres meses de vida.
La excarcelación del libio, condenado a cadena perpetua en 2001, ha suscitado duras críticas por parte de la comunidad internacional, en especial de EE.UU., de donde eran originarias 189 de las víctimas del atentado.
También ha provocado una enorme indignación el multitudinario recibimiento que se le dispensó al terrorista a su llegada a Trípoli.