CIUDAD DE PANAMÁ.- La fundación no gubernamental Casa Esperanza instó hoy al Gobierno panameño a desplegar un gran esfuerzo en el ámbito social y educativo para la erradicación del trabajo infantil en Panamá en los próximos cinco años.
El llamado fue hecho este martes por el director ejecutivo de Casa Esperanza, Ramón Alemán, en el acto cultural "Travesía por un mundo exótico", dirigido a la recaudación de fondos para el desarrollo de proyectos a favor de menores de edad en situación vulnerable.
Analistas gubernamentales reconocen que hay unos 90 mil niños panameños que trabajan sobre todo en áreas indígenas, donde se ha acentuado el problema a causa del hambre y la pobreza, señaló Alemán.
El ejecutivo subrayó que Panamá y Cuba son los dos países de Latinoamérica y el Caribe que no tienen niños que vivan en las calles. Pese a ello, Casa Esperanza aboga por una política pública coherente y estable de erradicacción del trabajo infantil en los próximos cinco años.
En la actualidad, Casa Esperanza beneficia a 3.500 niños y niñas entre los tres y 17 años de edad, y a 1.500 padres y madres de familia, a través de seis programas en las provincias de Panamá, Colón, Coclé, Herrera, Los Santos, Veraguas y Chiriquí, y la comarca indígena Ngobe Buglé.
Alemán señaló que los expertos reconocen las ventajas del aprendizaje de niños en áreas supervisadas por sus padres, lo que ayuda al desarrollo temprano de una cultura del trabajo y a la responsabilidad. No obstante, rechazó toda forma de abuso infantil.
Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) destacó que niñas y niños indígenas panameños son ocupados en la recolección de café y en actividades agrícolas, mientras que en las áreas urbanas son utilizados en la venta ambulante, la limpieza de vehículos y otras actividades que generan trastornos de salud.
El documento de la OIT resaltó que los pequeños incorporados como empacadores de productos en la cajas de los supermercados pueden tener un mejor ambiente laboral, pero no están exentos de riesgos.
Alemán manifestó que la erradicación del trabajo infantil debe ser analizada en forma integral, con una valoración del problema de la desintegración de la familia. Añadió que de cada 100 niños panameños, únicamente 22 viven en un hogar con una madre y un padre.
Debido a ello, propuso la creación de incentivos fiscales para parejas que quieran constituirse en matrimonio. Un hombre casado debería tener el derecho a disponer de 15 días libres para ayudar a la esposa en el nacimiento de su hijo, propuso el director ejecutivo de Casa Eperanza.