BAGDAD.- El periodista iraquí Muntazer Al Zaidi, que se hizo famoso por lanzar sus zapatos a la cabeza de George W. Bush, podrá disfrutar dentro de unos días no sólo de su libertad, sino también del oro, los apartamentos, coches de lujo e incluso novias que le han propuesto.
Reportero de la pequeña cadena de televisión privada local Al Bagdadia, Muntazer Al Zaidi, pasó a ser un héroe en diciembre del año pasado, cuando lanzó sus zapatos a la cabeza del ex presidente estadounidense.
"Es el beso de adiós, perro asqueroso", le gritó al entonces presidente Bush mientras le lanzaba los zapatos, en un gesto que fue captado por las cámaras de todo el mundo.
Desde entonces, se ha convertido en héroe cuya fama va mucho más allá de los países árabes y su rostro apareció en las camisetas que miles de manifestantes que le expresaron su apoyo desde Rabat a El Cairo, pasando por Gaza y Londres, cuando fue juzgado.
Después de nueve meses de cárcel, el periodista debe recuperar su libertad el 14 de septiembre, después de haber sido condenado a tres años y haber visto su pena reducida en respuesta a una apelación.
A su salida de la prisión lo esperan miles de regalos y una gran fiesta en su honor ha sido organizada en Bagdad, afirmó su hermano Durgham Al Zaidi.
"Hemos recibido promesas de dinero. El emir de Qatar le prometió un caballo de oro, el coronel Muammar Kadafi quiere condecorarlo y otros personas quieren enviarle automóviles", explicó Durgham.
El canal Al Bagdadia donde trabajaba ya le ofreció un nuevo apartamento, más moderno y amplio que aquel en que vivía en lo alto de una escalera cubierta de basuras.
Mientras estuvo en prisión, el periodistas, que es soltero, no paró de recibir llamados telefónicos de padres dispuestos a que sus hijas se casaran con él o de grupos políticos iraquíes proponiéndole que se dedicara a la política.
"Oficiales del ex régimen de Saddam Husein entraron en contacto con nosotros para decirnos que si se presentaba a las próximas elecciones legislativas votarían por él", explicó Durgham.
Pero, agregó su hermano, "Muntazer no desea hacer política. Prefiere quedar presente en los corazones y nos ha dicho que todos los que pidan más derechos para los iraquíes, lo encontrarán al frente".
Por el momento, sus planes futuros aparecen difusos. Su hermano asegura que desea crear un centro para la protección de las viudas y los huérfanos con el dinero que le han prometido.
Uno de sus colegas periodista piensa que volverá a trabajar. Por lo demás, ya ha recibido ofertas de empleo en Líbano y en Egipto para presentar emisiones.
"Las ha rechazado. Bagdadia lo ayudó mucho y no creo que abandone el canal", afirmó uno de sus ejecutivos.
Haga lo que haga, hay muchos que seguirán considerándolo como el iraquí que se levantó contra el jefe de la primera potencia mundial, que ocupa su país.
"Muntazer es un hombre valiente", comentó Salah Al Obeidi, portavoz del movimiento contra la ocupación del jefe radical Moqtada Sadr.
"Su liberación será una gran victoria para todas las personas que se oponen a la ocupación", añadió.
Sin embargo, para otros su gesto está en contradicción con las tradiciones de acogida y de hospitalidad de los iraquíes.
"Una persona que viene a tu casa es tu invitado, aún cuando sea tu enemigo", dijo Abdel Jabbar Hachem, de 52 años.