KABUL.- Las fuerzas de la OTAN que esta semana liberaron a un periodista occidental secuestrado tuvieron que abandonar el cuerpo de otro cautivo afgano, que murió durante la operación de rescate, para evitar "más bajas", según explicó hoy la alianza.
Soldados británicos asaltaron la noche del martes la casa donde estaban retenidos el afgano Sultan Munadi y el británico Stephen Farrel, ambos periodistas de "The New York Times".
Farrel pudo ser rescatado durante la operación en el distrito de Jardarah, provincia de Kunduz, pero Munadi recibió un disparo y murió. También perdieron la vida un soldado británico y una mujer afgana.
La muerte de Munadi generó un fuerte enfado en Afganistán, y una asociación de periodistas locales en Kabul criticó a la alianza por haber abandonado su cadáver.
"Durante la operación en el complejo donde estaban retenidos los dos rehenes se produjo un intenso tiroteo entre los insurgentes y las fuerzas", señaló la OTAN en un comunicado emitido en Kabul.
"Después de que el señor Farrel fuese localizado por nuestras tropas, se confirmó la muerte del señor Munadi", añade el documento. "Bajo fuego constante de los insurgentes y para evitar más bajas, las fuerzas militares se retiraron del lugar".
Los dos periodistas habían sido secuestrados en Kunduz, donde realizaban un reportaje sobre el bombardeo de la OTAN que dejó decenas de muertos, incluyendo civiles, hace una semana.