NUEVA YORK.- El Gobierno de Barack Obama planea emitir nuevas pautas para darle a los prisioneros en un centro de detención estadounidense en Afganistán mayor flexibilidad para recusar su arresto, informó el diario The New York Times en su edición dominical.
Citando a funcionarios del Pentágono y defensores de los detenidos en la prisión de la base aérea de Bagram, el diario dijo que a cada uno de los aproximadamente 600 detenidos se le asignará un responsable militar estadounidense quien tendrá la autoridad para buscar evidencia, incluidos testigos y material clasificado, para quien recuse la detención. Las recusaciones serán analizadas por una junta militar, dijo el Times.
Se espera que las nuevas políticas sean anunciadas esta semana, luego de una revisión en el Congreso, informó el periódico, pero no estaba claro cuán rápido podrán ser implementadas.
Los prisioneros, algunos de los cuales han estado detenidos por más de cinco años, no tienen acceso a abogados, dijo el periódico, ni tampoco el derecho a escuchar las acusaciones en su contra. Sólo existe una revisión de su estado de "combatiente enemigo".
"No queremos tener detenido a nadie que no tengamos que tener detenido", dijo un funcionario del Departamento de Defensa, quien pidió no ser identificado, al periódico.
"Es hacer lo correcto", añadió.
Según activistas de los derechos humanos, los prisioneros en Bagram han protestado en los últimos meses sobre lo que califican de condiciones inhumanas de confinamiento.
