BOGOTÁ .- El embajador de Venezuela en Colombia, Gustavo Márquez Marín, espera que los acuerdos militares de la región sean discutidos en la reunión de Unasur prevista para el próximo martes en Quito (Ecuador) y negó que su país este utilizando el tema económico como chantaje político contra Bogotá.
Así lo expresó en una entrevista publicada este domingo por el diario El Tiempo, de Bogotá, en la que confía en que no haya ruptura de las relaciones diplomáticas entre Caracas y Bogotá, que en este momento están “congeladas” por decisión del presidente venezolano, Hugo Chávez.
"'Que todo el mundo ponga la baraja sobre la mesa. ¿Usted tiene un acuerdo con Rusia? Bueno, póngalo sobre la mesa. ¿Usted con Estados Unidos? Póngalo sobre la mesa,” aseguró.
"Es una muestra de confianza y por eso pediremos revisarlo (el acuerdo Bogotá-Washington) y revisar el 'libro blanco' (de EE.UU.) que tiene una serie de elementos que convergen con el acuerdo, pero mire: lo importante es sentarse a dialogar"', puntualiza el diplomático.
La posición venezolana coincide con la de Colombia, expresada en días pasados por el canciller Jaime Bermúdez, quien dijo que en Quito deben tratarse “todos los asuntos” relativos al área de defensa en la región.
Márquez rechazó de tajo que Caracas este utilizando el tema comercial como chantaje político a Bogotá: “Esa es una grosería. La rechazo totalmente.”Señaló que lo que sucede es que el intercambio comercial no se puede separar del contexto de las relaciones internacionales porque "usted no puede hacer negocios con alguien, si hay otros aspectos que no están claros en la relación".
Explicó que el intercambio comercial se ha reducido por la crisis económica mundial y además por una política interna de disminuir las importaciones, que se habían disparado hasta los 50 mil millones de dólares.
Agregó que Colombia puede ampliar sus mercados, como lo puede hacer Venezuela. pero "lo que pasa es que el TLC con Estados Unidos destruye nuestra relación y la firma de un acuerdo militar con los Estados Unidos introduce una variable que crea reservas importantes sobre el futuro de nuestras relaciones, por lo que supone como amenaza a terceros países"'.
Insistió en que el acuerdo de cooperación militar entre Bogotá y Washington, para el uso de bases militares en Colombia, hace que las relaciones colombo-venezolanas no deja perspectivas buenas.
Sin embargo, “lo más importante de todo es que tenemos que sacar la banderita de la paz. La paz hay que preservarla, todos tenemos que trabajar por la paz, porque lo peor que pudiera ocurrir es una confrontación,” añadió.
Acerca de un supuesto ofrecimiento del Gobierno de Irán en materia de asistencia nuclear para Venezuela, Márquez dijo no tener conocimiento del tema.
Sobre la compra de armas de Venezuela a otros países europeos, principalmente Rusia, el diplomático defendió el derecho que tienen todos las naciones para armarse “dentro de determinados límites porque no deben romperse los equilibrios".