KABUL.- El Presidente afgano saliente, Hamid Karzai, salió hoy en defensa de las elecciones afganas e instó a los países aliados a no implicarse en las investigaciones por las acusaciones de fraude masivo que podrían dañar su claro liderazgo.
Los afganos votaron el 20 de agosto pasado para elegir Presidente por segunda vez en su historia, con la insurgencia talibana en su momento más mortífero desde la invasión liderada por Estados Unidos que sustituyó al régimen islamista por una administración con apoyo por Occidente.
La Comisión Electoral Independiente (IEC), que ha sido acusada de favoritismo hacia Karzai, fue informando de los resultados a cuentagotas mientras crecían las acusaciones de manipulaciones masivas de los votos a favor del Mandatario.
Dirigiéndose por primera vez a la prensa tras los comicios, Karzai desmintió las acusaciones de fraude masivo, y dijo que respetará las investigaciones de la IEC y de la Comisión de Reclamaciones Electorales (ECC), apoyada por la ONU.
"Los medios de comunicación han informado de fraudes masivos. No fue tan grande. Si hubo fraude, fue pequeño. Pasa en todo el mundo", declaró Karzai a los periodistas un día después de que los resultados preliminares lo pusiesen en el camino de la victoria con el 54,6%.
Estas declaraciones coincidieron con el atentado cometido hoy por un kamikaze al volante de un vehículo cargado de explosivos contra un convoy de la OTAN, en el que murieron seis soldados italianos y diez civiles afganos, en uno de los ataques más mortíferos a las tropas occidentales en Kabul, lo cual pone de manifiesto la creciente amenaza talibán.
Karzai, cuyos cerca de ocho años al frente del gobierno han estado marcados por la creciente violencia, la corrupción y el enfriamiento de los lazos con Occidente, se ha visto confrontado con los países occidentales por las elecciones teñidas de fraude.
Ayer, los resultados preliminares le atribuyeron la victoria con el 54,6% de los votos, pero el recuento de más 2.500 colegios electorales podría equilibrar las fuerzas y forzar a una segunda vuelta con su rival Abdulá Abdulá.
Los observadores de la Unión Europea (UE) dijeron que habían detectado 1,5 millones de votos que podrían ser fraudulentos (casi un cuarto del total de votos válidos, y de ellos 1,1 millones fueron asignados a Karzai).
"Si hubo fraude, tiene que ser investigado, pero investigado de forma justa y sin prejuicios", afirmó Karzai.
"Espero que nuestros amigos extranjeros respeten al pueblo de Afganistán y dejen a la Comisión Electoral Independiente y a la Comisión de Reclamaciones Electorales que hagan su trabajo sin prejuicios", agregó.
El equipo electoral de Karzai reaccionó duramente contra los observadores europeos, acusándolos de intromisión, y de juzgar las elecciones de "parciales, irresponsables y en contradicción con la Constitución afgana".
Abdulá, que según los resultados preliminares se hizo con el 27,85 de los votos, saludó los anuncios de la ECC, la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos dando su apoyo a las investigaciones por los posibles fraudes.
"El fraude no puede ser el fundamento de la estabilidad de Afganistán", dijo ante los periodistas, a la vez que pedía una segunda vuelta, ya que una victoria de Karzai en la primera daría alas a los talibanes.
"Los campeones del proceso serían los talibanes, afianzaría (la victoria de Karzai) a los insurgentes (...) Una administración ilegítima no puede ayudar a la estabilidad", dijo.