SIDNEY.- Las autoridades de Australia, asombradas por el caso de un hombre que tuvo con su hija cuatro hijos tras violarla durante tres décadas, anunciaron hoy en paralelo a la investigación, el despliegue de 200 inspectores del servicio de protección infantil.
A raíz del caso de incesto desvelado esta semana por la prensa local, el Gobierno del estado de Victoria, al sureste del país, indicó que reforzará el departamento de Seguridad Infantil con el objetivo de prevenir y detectar abusos de menores.
Este caso, que ha consternado a la sociedad australiana y guarda ciertas semejanzas con el del austríaco Josef Fritzl, conocido por el "Carcelero de Amsteten" y condenado a cadena perpetua el pasado marzo, será investigado por un equipo especial encabezado por el comisario de Seguridad Infantil, Bernie Geary.
En declaraciones al diario australiano "The Age", Gary apuntó que se analizará "toda la información relativa al período de 30 años que pueda estar relacionada con el caso", incluida la que implique a la Policía y departamentos gubernamentales, en una presunta omisión de socorro a las víctimas.
Según la Fiscalía de Victoria, el hombre, un sexagenario cuya identidad no ha sido desvelada, comenzó a abusar de su hija en 1970, cuando ella tenía 11 años, y continuaron hasta 2007, cuando la víctima consiguió que un juzgado emitiera una orden de alejamiento contra su padre.
De acuerdo a versiones de personas que conocen a la familia, y publicadas por la prensa, unos años antes de que se destapara el caso de incesto, el abusador fue denunciado en la comisaría por amenazas e intimidación, y en una ocasión los vecinos cuidaron de los hijos, cuando en 2007, su madre tuvo que ser ingresada en un hospital al sufrir una crisis nerviosa.
La víctima, que dio a luz en diferentes hospitales públicos de Melbourne, la capital, perdió a su única hija poco después de nacer con severas malformaciones, y sus tres hijos varones padecen serios problemas de salud.
Según el diario The Herald Sun, que por orden judicial tampoco desvela el nombre del acusado, ninguno de los niños que tuvo con su hija fueron inscrito en el registro con su apellido.
El padre ha negado ante la Policía haber violado a su hija, aunque las pruebas de ADN, que demuestran que es el progenitor de los tres niños, ha servido a los fiscales para acusarle formalmente y enviarle a la cárcel, donde aguarda juicio, que está previsto comience el próximo noviembre.
Los fiscales acusan por ahora al detenido, de quien se sabe que residía en la localidad de Latrobe Valley, de cinco delitos de violación, otros tantos de incesto y uno de asalto.
La esposa del acusado residió hasta 2005 en la vivienda familiar, junto a su hija y los tres nietos, aunque según apunta la prensa, ha asegurado a los agentes a cargo de la investigación, que nunca se percató de lo que ocurría bajo el techo de su hogar. El caso llegó a manos de la justicia en febrero.