Honduras: Diplomático de Brasil resultó afectado por gas contra embajada

BRASILIA.- Un miembro de la embajada brasileña en Honduras, donde se refugió el Presidente constitucional hondureño Manuel Zelaya, fue afectado por un gas tóxico lanzado contra el predio, informó hoy la prensa de Brasil.

El brasileño Wilson Batista, de 49 años, declaró que sintió "la nariz ardiendo y un poco de dolor de cabeza, había olor a gas de cocina" publicó hoy Folha de Sao Paulo.

Médicos fueron llamados para atender a las personas que sufrieron problemas físicos debido a la sustancia desconocida arrojada contra la misión diplomática brasileña.

Un reportero de Folha ingresó a la embajada "poco después" de que ésta fuera blanco de "un tipo de gas no identificado de olor similar a un insecticida".

"El olor se sentía principalmente en el patio de la embajada, una casa residencial que fue refaccionada" para ser sede diplomática, relató el enviado.

El lunes pasado Manuel Zelaya se refugió en el predio de la legación diplomática con autorización del mandatario brasileño Luiz Lula da Silva.

En Pittsburg, donde participó de la cumbre del G20, Lula declaró que Zelaya puede permanecer en la embajada el tiempo que sea necesario.

Poco después del ataque con gas, el canciller Celso Amorim, telefoneó al encargado de la embajada Francisco Catunda.

En el Consejo de Seguridad de la ONU Amorim pidió que se garantice la inviolabilidad de la embajada y luego declaró que no se puede descartar una invasión a la residencia brasileña.

Para el canciller no hay dudas de que los agresores fueron elementos vinculados al gobierno de facto.

"No hay ningún manifestante que pueda llegar cerca de allí" debido al cerco militar montado en torno de la embajada, dijo Amorim.

En tanto el presidente de facto, Roberto Micheletti, dijo a Folha que su gobierno no tiene ninguna responsabilidad en la agresión contra la sede diplomática, ocupada por cerca de 65 personas.

En tanto el responsable de la misión brasileña, diplomático Francisco Catunda, duerme en un sofá de su escritorio.

Parte de los 63 militantes que acompañaron a Zelaya duermen en el suelo y en el patio.

"Estoy durmiendo afuera, aquí (acostarse) sobre papeles es VIP,porque es más
calentito" dijo la estudiante Cristina Peña, de 23 años.

Ella contó a Folha que no ha cambiado de ropa desde que ingresó a la embajada el lunes, "podría lavarla, pero si hago eso no tengo que ponerme" afirmó la joven.