TEHERÁN.- Irán aseguró hoy que acordaría con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) una fecha para la visita de inspectores a su nueva planta de enriquecimiento de uranio, al día siguiente de la revelación de su existencia y reacciones hostiles en Occidente.
En una primera declaración concerniente a ese nueva planta, cuya existencia aumentó la presión en torno del programa nuclear de la República Islámica, Israel reclamó de su lado una "respuesta sin equívocos" de las grandes potencias en ocasión de una reunión el 1 de octubre próximo con las autoridades iraníes.
Ayer, la AIEA anunció haber sido informada por Irán sobre la construcción de un segundo centro de enriquecimiento de uranio, además del existente en Natanz (centro).
Los occidentales, que sospechan que Teherán trata de dotarse de un arma nuclear, acusaron a Irán de haber desarrollado esa planta en secreto, instándolo a cambiar de política de aquí a diciembre so pena de nuevas sanciones "severas".
En medio de este clima de tensión, el régimen iraní anunció hoy que fijaría una fecha con la AIEA para que efectúe una inspección de su nueva instalación.
"El Presidente (Mahmoud Ahmadinejad) afirmó que no teníamos problemas para una inspección conforme a las reglas. Hablaremos con la Agencia de este asunto y la fecha de la inspección será anunciada posteriormente después de un acuerdo con la AIEA", declaró el jefe de la Organización Iraní de Energía Atómica, Alí Akbar Salehi, a la televisión estatal.
Salehi precisó además que la planta "se encuentra en la carretera entre Teherán y Qom", a unos 100 kilómetros de la capital iraní, e indicó que posteriormente "se darán más detalles".
En una declaración a la agencia semioficial Fars, el jefe de la oficina del guía supremo, el ayatolá Mohammad Mohammadi Golpayegani, había declarado antes que el nuevo complejo, que aún se encuentra en construcción, estará en condiciones de funcionar "próximamente".
Ayer, el presidente Ahmadinejad había precisado que el anuncio de la existencia de esta planta tenía lugar "18 meses antes" de su entrada en funcionamiento.
El descubrimiento de la construcción de esta planta se produjo pocos días antes de una reunión en Ginebra el 1 de octubre entre Irán y las potencias mundiales del grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania).
Ahmadinejad afirmó que la nueva instalación es "perfectamente legal", mientras que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña instaron a Irán a dar a conocer todas sus actividades nucleares bajo la amenaza de sanciones.
El Presidente estadounidense, Barack Obama, advirtió hoy que Irán tendría que demostrar en la reunión de Ginebra sus "intenciones pacíficas".
Irán ya ha sido objeto de cinco resoluciones de la ONU, tres de ellas acompañadas de sanciones.
El enriquecimiento de uranio permite producir el combustible para las centrales nucleares civiles pero también puede brindar el material necesario para construir la bomba atómica.
En una primera reacción, Israel estimó de su lado que la noticia sobre la segunda planta traiciona la finalidad del programa nuclear iraní.
Las revelaciones "demuestran sin la menor duda que ese país quiere dotarse del arma atómica. Esperamos que se dé una respuesta inequívoca el 1 de octubre", declaró a la radio el ministro israelí de Relaciones Exteriores, Avigdor Lieberman.