Vásquez es sindicado por Zelaya como el responsable de enviarlo al exilio en Costa Rica.
REUTERSTEGUCIGALPA.- El más alto oficial del Ejército hondureño, general Romeo Vásquez, aseguró hoy que pronto se solucionará la crisis política surgida el 28 de junio pasado tras el derrocamiento del Presidente Manuel Zelaya.
"Estoy seguro que los hondureños encontraremos muy pronto una solución pacífica a la crisis que enfrentamos", dijo el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas al canal 5 de televisión.
"Rápidamente estamos llegando a una solución (del conflicto), que es lo que todos esperamos", subrayó.
Sin embargo, el militar no especificó cómo se lograría la solución, porque los protagonistas del escenario político están situados en extremos totalmente contrarios y con posiciones cerradas.
No obstante, Vásquez reiteró que "en el ambiente se percibe una disposición de buscar una salida y se están creando los niveles de confianza apropiados (para un acuerdo)".
Zelaya responsabilizó a Vásquez de sacarlo en pijamas a punta de pistola hace tres meses de su residencia en esta capital para enviarlo al exilio a Costa Rica.
Propuesta de empresarios
En tanto, un grupo de influyentes empresarios hondureños propuso un plan para superar la crisis política, que contempla la restitución de Zelaya como Presidente con facultades restringidas y el envío de una fuerza militar multinacional a Honduras.
La propuesta prevé que Zelaya sea reinstalado en el poder, pero que de inmediato se someta a los tribunales de Justicia para que responda por los cargos que se le imputan, informó el líder de los industriales, Adolfo Facussé.
"El Presidente (de facto Roberto) Micheletti, de quien esperamos una actitud patriótica, volvería al Congreso ya no como presidente sino como un diputado más" y se buscaría para él una curul vitalicia, lo cual es inédito pero no está prohibido por la ley, aseguró Facussé, quien encabeza el grupo que hizo la propuesta.
Para garantizar el cumplimiento del acuerdo por todas las partes, se pediría el envío de una fuerza multinacional, integrada por unos 3.000 militares o policías de Canadá, Panamá y Colombia, dijo Facussé, quien no precisó si para este propósito se pediría la tutela de ONU a esta fuerza.
"El plan es producto de la discusión de un grupo grande de empresarios y otros ciudadanos hondureños y la idea principal se enmarca en el plan del Presidente de Costa Rica, Óscar Arias, con modificaciones complementarias para responder a las inquietudes de algunos sectores", declaró Facussé.
También propone que el Presidente Zelaya delegue el mando de las Fuerzas Armadas al consejo de ministros y la facultad de remover a los miembros de su gabinete al Congreso.
Según esta propuesta, dijo Facussé, los ministros serían nombrados por los partidos políticos en la misma proporción de los votos que obtuvieron en las últimas elecciones en noviembre de 2005, y sólo podrían ser destituidos con el voto de dos tercios de los diputados.
Paralelamente, los empresarios solicitan a la comunidad internacional que dé un amplio respaldo a las elecciones del 29 de noviembre, y que la OEA y otros organismos envíen observadores que certifiquen "la transparencia del proceso y la legitimidad de los resultados", señaló Facussé.
A Estados Unidos solicitarían asistencia económica por los daños que han ocasionado a la economía hondureña las sanciones adoptadas por Washington, tales como la suspensión de visas (a funcionarios y empresarios hondureños) y el congelamiento de ayudas, así como una moratoria en las deportaciones de hondureños que viven en ese país, dijo el empresario.
Facussé dijo que la propuesta ha sido presentada, entre otros, a Micheletti, a los candidatos a la Presidencia, al embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, y al obispo auxiliar de Tegucigalpa, Juan José Pineda, que actúa como facilitador de las negociaciones entre el gobierno de facto y Zelaya, quien permanece refugiado desde hace ocho días en la embajada brasileña en Honduras.