GENTHOD, Suiza.- Irán y seis potencias mundiales concluyeron un encuentro histórico, en el que acordaron superar años de desconfianza generada por el programa nuclear de Teherán y reunirse de nuevo este mes para negociaciones de gran alcance a fin de tratar de borrar las preocupaciones de todos los participantes.
En adición al optimismo generado por la decisión de sostener nuevas conversaciones, hubo una poco habitual reunión bilateral entre los representantes de alto nivel estadounidenses e iraníes.
Además, fuentes diplomáticas dijeron que Irán abrirá su central nuclear recientemente descubierta a los inspectores de Naciones Unidas, probablemente dentro de unas semanas más.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, habló en Washington poco después que acabaron las conversaciones. Calificó el día de productivo pero también hizo observaciones pragmáticas.
"Lo tomaré como una señal positiva cuando se pase de los gestos y los compromisos a las acciones y los resultados", afirmó. "Ese es un camino que es necesario y creo que estamos en él. Siempre hemos dicho que nos comprometeríamos, pero no estamos hablando por el simple hecho de hablar", dijo. "Hoy se abrió la puerta, pero veamos lo que pasa", insistió.
Durante el encuentro iraní-estadounidense en Genthod, una comuna suiza del cantón de Ginebra, el subsecretario de Estado de Estados Unidos, William Burns, le reiteró al principal negociador iraní Said Jalili "las preocupaciones de la comunidad internacional sobre el programa nuclear de Irán", dijo el vocero norteamericano Robert Wood.
El encuentro pareció una prueba concreta del compromiso del Presidente Barack Obama para hacer que Irán participe directamente en negociaciones sobre su programa nuclear y otros asuntos, distanciándose notablemente de la línea adoptada durante el gobierno de George W. Bush.
En términos más amplios, la reunión indicó que Obama estaba poniendo en acción sus conceptos de política exterior, con énfasis en negociar incluso con aquellas naciones que son muy hostiles a Estados Unidos.
El representante de la Unión Europea, el español Javier Solana, quien presidió formalmente las negociaciones de un día junto con Jalili, confirmó que las siete naciones se reunirán de nuevo y dijo que Irán se había comprometido a abrir pronto su planta de enriquecimiento de uranio recientemente revelada a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
La admisión por parte de Teherán de que había mantenido en secreto la existencia de una segunda planta de enriquecimiento de uranio, había amenazado con enturbiar las negociaciones de hoy, y Occidente acusó a Teherán de revelarlo sólo porque temió que otros gobiernos la descubrieran.
El enriquecimiento de uranio permite fabricar tanto combustible nuclear como ojivas atómicas. Irán dice que sus intenciones son pacíficas, pero algunas naciones occidentales temen que quiera fabricar armas nucleares.
Irán insiste en que el programa tiene fines pacíficos y se ha negado a negociar límite alguno en el tema atómico.
Además de Estados Unidos e Irán, las naciones reunidas hoy incluyó a miembros del Consejo de Seguridad de la ONU: Gran Bretaña, Francia, Rusia y Alemania.