SAN PABLO.- El Presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, reconoció que fue un "error" haber expulsado del país al mandatario constitucional Manuel Zelaya el 28 de junio pasado y responsabilizó por la crisis a Venezuela y Brasil.
Además, Micheletti reiteró que Zelaya abandonó a su Partido Liberal y comenzó a "reunirse con comunistas de café".
Micheletti, en diálogo con la revista brasileña opositora Veja, adjudicó que cerró medios de comunicación y declaró el estado de sitio a la decisión de Brasil de alojar en su embajada en Tegucigalpa a Zelaya.
"Brasil, por medio de su presidente (Luiz Lula da Silva), permitió que Zelaya convocara a la insurrección y a la violencia desde el balcón de la embajada. El señor Lula no tuvo la cortesía de llamarlo y de pedirle que parara con eso porque perjudicaría a toda la población", dijo Michelleti.
"Tomé esas decisiones para evitar derramamiento de sangre", dijo. El gobernante de facto rechazó el término golpista dado que hace 30 años que es parlamentario y que su posición actual responde a una decisión de la Corte Suprema de Justicia, pero dijo que "fue un error" expulsar a Zelaya.
Los militares encargados de esa tarea deberían haberlo llevado a los tribunales, pero lo sacaron del país para evitar una guerra civil", dijo.Zelaya, para Micheletti, "es un muñeco del presidente (venezolano) Hugo Chávez, que le hizo acreditar se convertiría en un lider grandilocuente".
"Chávez financia a Zelaya con el dinero de los venezolanos", dijo Micheletti, cuyo gobierno no fue reconocido por ningún país ni por la ONU.