WASHINGTON.- La Agencia Espacial Estadounidense, NASA, lanzó este viernes un proyectil de 2,3 toneladas contra un cráter en el polo sur de la Luna, seguido de otra misión que buscará agua.
Esta última, llamada LCROSS (Lunar Crater Observation and Sensing Satellite), fue lanzada al espacio en junio a bordo de un cohete Atlas V, junto a la sonda LRO (Lunar Reconaissance Orbiter), encargada de elaborar una carta detallada del único satélite natural de la Tierra.
Los dos artefactos integran la primera misión del programa Constellation, que prevé el regreso del hombre a la Luna a partir de 2020.
De todas formas, la suerte del programa es incierta en momentos de crisis económica y luego de que un panel designado por el Presidente Barack Obama estimara que el costo total del proyecto sería de más de 3 mil millones de dólares por año.
La sonda LCROSS viajó hacia la Luna durante tres meses, adherida a una fase del cohete Atlas llamada Centauro. Ambos artefactos serán lanzados este viernes hacia el cráter lunar Cabeus.
Centauro chocará contra Cabeus a las 11:30 GMT (7:30 de Chile) a una velocidad de 9 mil kms. por hora, creando un cráter de 20 metros de diámetro por cinco de profundidad.
El impacto enviará 350 toneladas de material a unos 10 kilómetros de altura en momentos en que los rayos del sol proveerán su máxima iluminación.
La sonda LCROSS, de una masa de 891 kg, sufrirá la misma suerte cuatro minutos más tarde, el tiempo necesario para que sus nueve instrumentos, entre los que estarán tres espectrómetros, puedan captar y determinar la naturaleza de las partículas proyectadas, antes de transmitir los datos recogidos a la Tierra.
Así se podrá determinar si hay agua congelada en un cráter que nunca recibe luz solar y tiene temperaturas promedio de -240 grados Celsius.