TEHERÁN.- Varios altos comandantes del cuerpo de élite de los Guardianes de la Revolución, ejército ideológico del régimen iraní, figuran entre los veinte muertos que dejó este domingo un atentado suicida en una ciudad fronteriza con Pakistán, indicó la prensa iraní.
Se trata del atentado más importante contra los Guardianes de la Revolución de estos últimos años.
"En esta acción terrorista, el general Nour-Ali Shoushtari, adjunto del comandante del ejército de los Guardianes de la Revolución, el general Mohammad-Zadeh, la más alta autoridad de este cuerpo en Sistan-Beluchistán, el comandante de los Guardianes de la ciudad de Iranshahr (sureste), y el comandante de la unidad Amir-al Momenin fueron muertos", indicó la agencia FARS.
]Según esta agencia, en total unas veinte personas perecieron, entre ellas jefes de tribus de la provincia de Sistán-Beluchistán (sureste). Unas cuarenta quedaron heridas, indicó por su lado la agencia IRNA.
Se trata de un "atentado suicida", precisó por su parte la agencia de prensa oficial IRNA.IRNA informó que "un hombre que llevaba explosivos consigo los hizo estallar durante una reunión de los jefes de tribus" de la provincia con los comandantes de los Guardianes de la Revolución.
El atentado se produjo a las 08H00 locales (04H30 GMT), según la prensa iraní.
El presidente del Parlamento, Alí Larijani, confirmó la muerte de los altos comandantes militares en un discurso pronunciado en el Parlamento y retransmitido por la televisión.
El atentado se produjo en la ciudad de Pishin, en la frontera con Pakistán, cuando los comandantes de los Guardianes de Revolución participaban en una reunión con los jefes de tribus para preparar un encuentro destinado a reforzar "la unidad entre los chiitas y los sunitas".
La población iraní es de 71 millones de personas, de ellas más del 90% chiítas. Pero la provincia de Sistan-Baluchistan, cercana a la frontera con Pakistán y Afganistán, alberga una fuerte minoría sunita.
Esta región es considerada como la provincia menos segura de Irán debido a la presencia de rebeldes pero también de traficantes de droga.
El grupo rebelde sunita Jundalá (soldados de Dios) es generalmente acusado por las autoridades iraníes de llevar a cabo tales acciones armadas.
Este grupo reivindicó el atentado suicida que el 28 de mayo causó 25 muertos en la mezquita chiíta de Zahedan, capital de la región.Por el momento, ningún grupo había reivindicado el atentado.