MONTEVIDEO.- Los dos principales aspirantes a la presidencia de Uruguay en las elecciones de hoy, el oficialista José Mujica y el candidato del partido Nacional, Luis A. Lacalle, jugaron el sábado sus últimas cartas, exponiendo sus puntos de vista que resaltan por lo discordante de cada personalidad.
Mujica, de 74 años y senador del movimiento tupamaro, y Lacalle, de 69 años y ex presidente entre 1990 y 95, hicieron sus últimas presentaciones en sendas reuniones con la prensa extranjera.
Mientras Mujica defendió el plebiscito que se realizará junto a las elecciones para anular la ley de amnistía a los militares, Lacalle se mostró contrario, explicando el origen y las consecuencias pacificadoras de la medida en el país, tras salir de la dictadura de casi 12 años, en 1985.
La amnistía fue una salida consensuada de la confrontación tupamaros-fuerzas armadas. El movimiento subversivo inició sus acciones en 1963 para llegar al poder por las armas. Diez años después, llegó el golpe de Estado que trajo una dictadura de casi 12 años.
Una anulación de la ley de amnistía podrá abrir el camino para enjuiciar a más uniformados acusados de violar los derechos humanos. Lacalle dice que quiere "mirar al futuro, no al pasado".
Los candidatos también disienten sobre el segundo plebiscito que facultaría el voto por correo de los miles de uruguayos en el exterior.
Mujica lo defendió a rajatabla y Lacalle reparó por ejemplo en la posibilidad de que puedan venir votos de apoyo a quienes aplican impuestos sin que estos perjudiquen a los electores en el exterior, sino a los que viven en el Uruguay.
El candidato oficialista estableció que no se piensa en dejar el Mercosur al que ubicó como la "plataforma de lanzamiento" de Uruguay hacia el exterior, con la región y hacia el mundo. "Ni por asomo renunciar al Mercosur", dijo.
Lacalle mostró más renuencia y dijo que al Mercosur hay que retornarlo a los objetos de su formación en 1991, como un bloque comercial y económico, "y no político, como se hizo como con la creación del Parlamento del Mercosur que para la constitución uruguaya no tiene basamento jurídico".
Respecto a las relaciones con Argentina, alteradas por el diferendo por la fábrica de celulosa Botnia en la margen oriental del Río Uruguay, Mujica dijo, "este tema nos preocupa y hacemos lo que podemos, pero no nos da la nafta (gasolina) para hacer más", en las negociaciones con el gobierno argentino.
"Hay que tener paciencia porque tenemos un forúnculo allí, pero que no se nos agrande", dijo Mujica en una elíptica alusión a una molesta inflamación de la piel.
Para Lacalle, en el tema con Argentina, Uruguay "tiene derecho a construir la planta y así lo reconoció en su momento el gobierno argentino" pero enfatizó en que "un grupo de personas, violando la Constitución de Argentina está violentando el libre tránsito de personas y servicios y es un episodio desagradable".
Uruguay ha alegado ante la Corte Internacional de Justicia que en el 2004, Argentina dio por superado el tema, aceptando la planta. Argentina ha afirmado que su vecino violó un tratado al autorizar la construcción de dos plantas de celulosa en su margen del río, y un piquete tiene cortado el principal de los tres puentes sobre el Río Uruguay.
Lacalle dijo que un plan de un eventual gobierno suyo, planteará ante Argentina y Brasil el desarrollo integral del Río Uruguay para usufructuar sus 1.200 kilómetros de extensión. "En cualquier lugar del mundo tener un río así es un tesoro, acá lo convertimos en un problema", destacó.
Ambos candidatos coincidieron en que buscarán tener las mejores relaciones con Argentina y Brasil.
