JERUSALÉN.- Amnistía Internacional acusó a Israel de privar de agua a los palestinos mientras deja que los colonos israelíes de Cisjordania se aprovechen de cantidades "casi ilimitadas".
Israel limita estrictamente el acceso al agua en los territorios palestinos "manteniendo un control total sobre recursos comunes y prosiguiendo con políticas discriminatorias", lamenta la organización defensora de los derechos humanos en un informe.
"Israel no deja a los palestinos acceder más que a una fracción de los recursos comunes en agua, que se sitúan sobre todo en la Cisjordania ocupada, mientras que las colonias israelíes ilegales reciben cantidades prácticamente ilimitadas", escribe Amnistía.
Los israelíes consumen cuatro veces más agua que los palestinos, según el informe. Esta "desigualdad" es aún más sangrante en algunas regiones de Cisjordania donde los asentamientos utilizan 20 veces más agua por habitante que los palestinos de las localidades aledañas, quienes sobreviven con 20 litros diarios.
"Piscinas, céspedes bien regados y vastas explotaciones agrícolas irrigadas en las colonias contrastan con pueblos palestinos vecinos cuyos habitantes deben luchar a diario para garantizar sus necesidades de agua", agrega el informe.
Según el ministerio de Relaciones Exteriores israelí, el Estado hebreo comparte de forma equitativa los recursos de agua con los palestinos.
Amnistía, por el contrario, afirma que los palestinos no están autorizados a abrir nuevos pozos o a restaurar los viejos sin el permiso de las autoridades israelíes.
Además muchas carreteras de Cisjordania están cerradas o tienen restringida la circulación, lo que obliga a los camiones cisterna a dar rodeos para abastecer a las aldeas que no están conectadas a la red de distribución de agua.
Amnistía evalúa en unos 180.000 u 200.000 los palestinos que no tienen acceso al agua corriente en Cisjordania.
En la franja de Gaza, la ofensiva israelí del pasado invierno boreal dañó los depósitos de agua, los pozos, las alcantarillas y las estaciones de bombeo, unos daños que no hacen sino agravar el impacto del bloqueo israelí y egipcio sobre el territorio.
El sistema de purificación de aguas residuales se ha visto muy afectado por la prohibición israelí de importar tubos y material metálico por miedo de que puedan servir para la fabricación de cohetes caseros. En la costa de Gaza, el mar y las playas están contaminados por las aguas residuales.
En conclusión, Amnistía llama a Israel a "poner fin a sus políticas discriminatorias y a levantar inmediatamente todas las restricciones impuestas a los palestinos" para permitirles un acceso equitativo al agua.