TEGUCIGALPA.- El secretario de Asuntos Políticos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Víctor Rico, llegó hoy a Honduras para reactivar el diálogo formal entre las comisiones de Manuel Zelaya y Roberto Micheletti, y aseguró que para que se concrete un acuerdo solamente "falta dar el paso final".
"Venimos aquí a continuar acompañando y apoyando el diálogo entre hondureños. Creemos que a pesar de las dificultades que ha habido podemos mantener la esperanza de que se alcance un acuerdo para beneficio de todos los hondureños", afirmó Rico a la prensa a su llegada a Tegucigalpa.
De hecho, añadió, tan sólo "falta dar el paso final y para eso se requiere un esfuerzo final, un esfuerzo que es grande, que es importante, pero falta dar ese empujoncito final".
Rico ya estuvo en Honduras a principios de este mes para promover el inicio de las negociaciones entre los representantes del presidente destituido de ese país, Zelaya, y el de facto, Micheletti.
Este diálogo fue dado por fracasado el pasado viernes por Zelaya al no llegarse a un acuerdo sobre su restitución en el poder, pese a lo cual, según el representante de la OEA, "os delegados de ambas partes han estado conversando informalmente estos días"-
"Precisamente a lo que venimos es a que vuelvan a sentarse formalmente (a negociar) y hagan el esfuerzo final que hace falta para llegar a un acuerdo para beneficio de los hondureños,” aseguró.
Lo que se busca es "que, en base a ese acuerdo político, podamos tener elecciones a fines de noviembre con la normalidad, la tranquilidad y el espíritu cívico que merecen los hondureños", agregó.
Rico sostuvo que la OEA no va a hacer ninguna nueva propuesta para reactivar las conversaciones “porque es un diálogo que tienen que llevar a cabo los hondureños y la propuesta tiene que venir de los propios hondureños".
Agregó que el organismo regional “sin duda” apoyará cualquier compromiso siempre y cuando “las dos partes lo firmen, incluido el presidente Zelaya".
Zelaya fue detenido y expulsado del país por militares el pasado 28 de junio, y horas más tarde el Congreso nombró en su reemplazo a Micheletti, hasta entonces presidente del Legislativo y cuyo Gobierno no reconoce la comunidad internacional.
El pasado 21 de septiembre, el destituido mandatario regresó clandestinamente a Tegucigalpa y permanece en la embajada de Brasil.