TEGUCIGALPA.- La embajada de Brasil quiere reducir el número de personas que acompaña al Presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, desde que éste se refugió allí el pasado 21 de septiembre, dijo Lineu de Paula, a cargo de la legación diplomática en Tegucigalpa.
"Quiero reducir el número para el fin de semana", dijo de Paula, pues considera que hay "demasiada gente" dentro de la legación diplomática.
Unos cuarenta seguidores permanecen en la embajada de Brasil acompañando a Zelaya, además de su esposa Xiomara de Castro, tres colaboradores y varios periodistas.
De Paula, quien todavía no decidió cuál sería el "número razonable" de personas que podrán seguir junto a Zelaya, aseguró que éste "puede permanecer el tiempo que quiera" en la sede diplomática.
"Zelaya es un huésped del gobierno brasileño, puede quedarse el tiempo que quiera", aseguró de Paula, quien es además representante alterno de Brasil ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
El Presidente depuesto se refugió en la embajada de Brasil el pasado 21 de septiembre tras regresar clandestinamente al país, después de ser desalojado del poder y expulsado a Costa Rica tras un Golpe de Estado, el 28 de junio.
Desde entonces, la sede diplomática permanece rodeada por decenas de soldados y policías, que controlan los alimentos que ingresan y los objetos de uso personal, y quienes no han dudado en "hostigarles" con música y ruidos a todo volumen, reflectores de luz y bloqueo de las comunicaciones, según han denunciado los refugiados.
Tras el fracaso de las sucesivas negociaciones con el Gobierno de facto de Roberto Micheletti para restituir a Zelaya en el poder, el Mandatario depuesto recibió en la embajada brasileña al emisario estadounidense Thomas Shannon, quien arribó al país para buscar una solución a la crisis.
