KABUL.- Los talibanes prometieron hoy "intensificar" sus ataques en "los próximos días", hasta la segunda vuelta de la elección presidencial afgana prevista para el 7 de noviembre próximo, declaró uno de sus portavoces al día siguiente de un mortífero ataque contra la ONU en Kabul.
Por su parte, la autoridades afganas intentaban calmar los temores tanto entre la comunidad internacional como entre los afganos, que constatan la incapacidad de sus fuerzas de seguridad para protegerlos.
El Ministerio afgano de Defensa aseguró que los ataques de los insurgentes serán menos numerosos que en la primera vuelta del 20 de agosto pasado.
En la primera vuelta, "el enemigo se había preparado durante meses con apoyo llegado del extranjero, mediante mucho dinero, para perturbar las elecciones según una estrategia bien planificada", declaró el portavoz del Ministerio, Mohammad Zahir Azimi.
Pero "esta vez no tuvieron tanto tiempo para preparar una campaña de ataques, y los talibanes paquistaníes, que ayudaron la última vez a los talibanes afganos a perturbar la elección, está ocupados luchando en Pakistán", agregó.
La falta de seguridad podría llevar a un índice ade bstención más alto que en la primera vuelta de las elecciones, que tuvo ya una débil participación de (38,7%) y se desarrolló bajo constante amenaza talibán, una situación que parece camino a repetirse.
"Vamos a intensificar nuestros ataques en los próximos días. Vamos a perturbar las elecciones, tenemos nuevos planes y nuevas tácticas", indicó hoy Yusuf Ahmadi, un portavoz habitual de los islamistas, en referencia a la segunda vuelta de los comicios.
"Lo que dice el gobierno de Kabul sobre las medidas de seguridad (relativas a la elección) no tiene fundamento. Esas medidas no serán eficaces contra nuestras operaciones y nuestras tácticas", agregó el vocero de los talibanes.
"Lanzamos nuestros ataques después de haber evaluado cada operación" ya efectuada, "como por ejemplo el ataque contra la residencia de la ONU" el miércoles, afirmó.
Tres kamikazes atacaron en la madrugada de ayer una residencia de Kabul donde se alojaban empleados expatriados de la ONU.
Al menos cinco de éstos murieron, además de dos policías, una octava persona cuyo cadáver carbonizado no había sido identificado, y los tres atacantes.
Otro portavoz habitual de los talibanes, Zabihullah Mujahed, reivindicó el ataque, asegurando que no era más que la "primera etapa" de una campaña de desestabilización del proceso electoral.
En tanto, la comunidad internacional insiste en el hecho de que la violencia no impedirá la celebración de la segunda vuelta.
Estados Unidos denunció "intentos de algunos de trastocar la voluntad del pueblo afgano de elegir a su próximo gobierno", declaró el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, prometió que su organización continuaría con su trabajo en Afganistán.
La segunda vuelta enfrentará al Presidente saliente Hamid Karzai, considerado favorito, y su ex ministro de Relaciones Exteriores Abdulá Abdulá.