MANILA.- Al menos 11 personas murieron al paso el sábado por Filipinas del devastador tifón Mirinae, que causó daños materiales e inundaciones en zonas que estaban tratando de recuperarse de las recientes tempestades, indicaron fuentes oficiales el sábado.
Un hombre fue encontrado muerto y su bebé de un año había desaparecido después de que ambos fueron arrastrados por las aguas al tratar de cruzar una cañada en una zona rural en las afueras de Manila, indicó una fuente militar.
Otro caso, es el de un hombre que desapareció de una población de Manila después de que su choza fue destrozada, mientras que otros dos individuos eran buscados en la provincia de Batangas, al sur de Manila, luego de que su automóvil cayó en un río al derrumbarse un puente, dijo el portavoz de la defensa civil, Ernesto Torres.
Este tifón, con vientos de hasta 185 km/hora, es la tercera tormenta importante que afecta a Luzón, la principal isla filipina, en sólo cinco semanas.
Las dos tempestades precedentes dejaron un total de más de 1.100 muertos.
La tormenta tropical Ketsana, que pasó por Filipinas el 26 de septiembre, ocasionó inundaciones masivas en Manila.
Antes de la llegada del tifón Mirinane, ya se había previsto que los distritos vecinos de la capital, que tienen más de un millón de habitantes, probablemente permanecerían inundados hasta Año Nuevo.
"Necesitamos ayuda porque las aguas han crecido. Necesitamos botes de goma y helicópteros", dijo a una radio el alcalde de Santa Cruz, de la provincia de Laguna, Ariel Magcalas, agregando que "algunas personas están en los techos de sus casas".