Los padres de Moisés, Margarita Gabarres y Luis Montoya.
EFEOURENSE.- Moisés tiene nueve años y pesa 70 kilos. El caso de este niño, sobre el que la administración asumió en septiembre su tutela en un intento por reconducir su dieta y evitar males mayores, ha desencadenado una batalla legal en España y reabierto el tema sobre la obesidad infantil en la sociedad actual.
Moisés se encuentra desde hace unos días en paradero desconocido, escondido por la familia, que vive en Galicia y se niega a ingresarlo en un centro de menores, tal y como decretó un juez.
Mientras la policía buscaba hoy al pequeño por todo el territorio gallego, sus padres negaron que su vida corra peligro a causa del sobrepeso.
Su ingreso en un centro "va a ser tremendamente perjudicial para él, causándole traumas y perjuicios que pueden ser irreparables", sostuvieron en un comunicado los progenitores, Luis Montoya y Margarita Gabarres.
El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Ourense, que es donde vive la familia, interpuso ayer una querella criminal contra los padres, a los que acusa de desobediencia y sustracción de menores. Esos delitos conllevan penas de prisión y podrían suponer incluso que el matrimonio perdiese la patria potestad sobre su hijo durante años.
"Le pedimos (al fiscal) que no se caiga en la tentación de ser fuerte con los débiles y débil con los fuertes", respondieron los padres, que creen que existen "otras cuestiones de extraordinaria importancia" de las que debería ocuparse el fiscal en vez de hacerlo del caso de su hijo.
La pareja, no obstante, dejó hoy una puerta abierta a su entrega. No ven inconveniente, dicen, en que lo vean dos psicólogos independientes para que dictaminen "si el ingreso del niño en un centro de protección de menores es adecuado en este caso o si, por el contrario, dicha medida puede presentar algún tipo de trauma o perjuicio para el pequeño".
El inicio del caso de Moisés se remonta a 2004. Con cinco años pesaba 83 kilos y las autoridades, tras recibir las alertas de un centro sanitario, decretaron su seguimiento. "Hemos sido malos padres" al darle "todo lo que nos pedía", dijo su madre esta semana.
Según el fiscal, los padres no han colaborado con la administración en el intento de reconducir la dieta de su hijo, con la consecuencia directa de que el estado de salud del niño se ha agravado en los últimos meses, obligando a intervenir a la Xunta, el gobierno regional de Galicia. Y ahora, dijo, "se toman la justicia por su mano al no cumplir las resoluciones, atacando al principio de que nadie está por encima de las leyes".
No se trata de arrancarlo de su entorno, sostiene el fiscal, "sino de hacerse cargo de él unos meses para solucionar el problema".
Los progenitores, sin embargo, sostienen que el niño adelgazó en los últimos meses y trataron de convencer a la Xunta de no ingresarlo en un centro, comprometiéndose a ponerlo en manos de un endocrinólogo de prestigio, el doctor Jesús Manuel Suárez.
"Éste es un problema que nos afecta a todos, del que somos responsables como sociedad, por lo que no nos podemos quedar mirando y no buscar una salida. Ahí hay un drama porque éste ha sido un niño maltratado por una familia que ha actuado de forma irresponsable con él durante años", manifestó el médico en una entrevista publicada hoy por "La Voz de Galicia".
El endocrinólogo cree que el ingreso del pequeño en un centro "va a ser un fracaso porque dentro de seis meses va a volver a ser obeso y encima se habrá creado un drama".
"Está obeso, hay que reconocerlo, pero es verdad que ha perdido peso significativamente en los últimos meses y ha mejorado sus hábitos alimenticios", indicó Suárez, que ha podido ver al pequeño en los últimos días. "En contra de lo que he escuchado, el niño hoy en día no corre un grave riesgo, su supervivencia no está comprometida". Eso sí, admitió que si no se toman medias ahora, el niño podría tener problemas "a medio y largo plazo".
El sobrepeso y la obesidad afectan ya a cerca del 20 por ciento de los niños y adolescentes en España. Sólo Italia, Malta y Grecia superan al país en lo que respecta a obesidad en niños de 10 años.
La obesidad provoca enfermedades cardiovasculares y diabetes, y los científicos investigan actualmente su relación también con el cáncer, principalmente el de endometrio, colon y mama.
Estos días y a propósito del caso de Moisés, los expertos han alertado de que el problema puede llegar provocar que se acorte la esperanza de vida y se dé la paradoja de que los que ahora son niños vivan menos de lo que lo harán sus padres.