NUEVA YORK.- El ex jefe del Departamento de Policía de Nueva York, Bernard Kerik, se declaró hoy culpable en ocho acusaciones relacionadas con conspiración, fraude fiscal y corrupción cometidos durante el tiempo en que desempeñó su cargo.
Kerik, de 54 años y ex candidato a dirigir el Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos en el segundo mandato del Presidente George W. Bush, admitió hoy esos cargos, durante su comparecencia ante el juez Stephen Robinson, del Tribunal Federal del condado de White Plains (Nueva York), aunque en anteriores ocasiones los había negado.
"Es muy triste que un ex jefe de la Policía de Nueva York se declare culpable de ocho acusaciones federales", lamentó hoy el fiscal Preet Bharara, quien subrayó a la sala que “nadie está por encima de la ley".
"La Fiscalía no dudará en perseguir a cualquier funcionario que viole su juramento y traicione la confianza de los ciudadanos", aseveró.
El ex jefe de la Policía neoyorquina, amigo y protegido años atrás del ex alcalde republicano Rudolph Giuliani, se enfrenta a una pena de 61 años de prisión y podría escuchar la sentencia por todos sus cargos el próximo 18 de febrero de 2010.
Entre las acusaciones que pesan sobre Kerik se incluyen las de conspiración, fraude fiscal, presentación de documentos falsos y haber hecho declaraciones falsas a las autoridades federales durante el proceso de escrutinio de su trayectoria profesional, personal y financiera previo a la nominación para un cargo gubernamental.
El ex jefe policial admitió hoy que de manera deliberada presentó declaraciones de impuestos fraudulentas desde 1999 a 2007 e hizo declaraciones falsas en 1999 durante el proceso de solicitud de una hipoteca al National Community Bank.
También admitió haber ocultado a Hacienda que una compañía de Nueva Jersey le pagó unas reformas en su apartamento por valor de 255.000 dólares a cambio de que él intercediera para que la empresa consiguiera con mayor facilidad contratos con la Alcaldía de Nueva York.
En junio de 2008 Kerik se declaró culpable de dos delitos relacionados con la aceptación de un regalo y de préstamos mientras ocupaba un cargo público y reconoció haber violado una ley local sobre conflictos de intereses.
Además, se declaró culpable de no revelar a la Junta de Conflictos de Intereses que había recibido préstamos por valor de 28.000 dólares de un promotor inmobiliario.
Robinson revocó el pasado 20 de octubre la libertad provisional bajo fianza de 500.000 dólares y Kerik tuvo que ingresar en prisión, donde permanece desde entonces, ya que también el mismo juez le denegó la semana pasada la posibilidad de ser liberado.
Kerik se enfrenta, asimismo, al pago de multas que podrían superar los dos millones de dólares.